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1.09.2013

EL DESDOBLAMIENTO DEL TIEMPO Y EL UNIVERSO

Por Jean Pierre Garnier Malet





La Teoría del Desdoblamiento del Tiempo ha sido avalada a través del estudio del Sistema Solar y de las Partículas. En el Universo todas las partículas están Desdobladas, todas las Estrellas, todas las Galaxias; nosotros somos un conjunto de partículas y la pregunta que hay que formularse es: ¿Dónde están las partículas desdobladas?

Si soy un saco de partículas en una piel de mono, yo me pregunto ¿Dónde está el saco de partículas desdoblado de mi saco? O sea que es una extensión de mi persona, una Regla Universal. Si nos hacemos una Pregunta para la cual no tenemos una Respuesta, nos damos cuenta de que hay un Tiempo. Ese Tiempo nos concierne sobremanera, ya que no tenemos la Respuesta. Es decir, intentaré eliminar ese Tiempo entre la Pregunta y la Respuesta. 

Si lo lograra podría tener instantáneamente la Respuesta a mi Pregunta.

Pero evidentemente hace falta que Alguien responda a mi Pregunta, o sea que, en el Tiempo que he suprimido, Me Desdoblo, y el Doble va a responder a la pregunta tomándose el Tiempo para ello, y yo que he suprimido el Tiempo, obtendré la Respuesta al mismo Tiempo que la Pregunta. Esa es una de las Causas del Desdoblamiento, otra Causa es: si una Partícula se topa con Universo desconocido, puede dar la vuelta para evitar ser transformada, pero puede atravesar ese Universo para ver cuál es el interés de ese otro Universo. En ambos casos falta algo, pero si Se Desdobla, entonces conservará su Memoria quedándose en el exterior y tendrá nuevas Experiencias Atravesando el Universo. A la salida de ese Universo, un Final de Desdoblamiento permite tener una Memoria Más y llevar a cabo una Exploración Más de un nuevo Universo. Esa es la segunda Causa del Desdoblamiento.

Lo que es comprobado para las Partículas se hace en un tiempo muy rápido, así como cuando observamos una Galaxia Doble tenemos la sensación de que no se mueve, pero hace exactamente el mismo Movimiento de Desdoblamiento en un Tiempo que está tan ralentizado en relación con Nuestro Tiempo que existe la sensación de que las Galaxias están inmóviles. En el Sistema Solar el Tiempo corre un poco más rápido y nosotros vemos a los Planetas girar alrededor del Sol, pero los electrones que giran alrededor de un núcleo giran tan rápido que se habla de Densidad de Presencia, de una Nube, pero es el mismo Movimiento, que es un Movimiento de Desdoblamiento.

O sea que, primeramente, la dificultad científica es la de encontrar un Movimiento Universal que explicaría tanto a las Galaxias como a las Partículas, y he podido comprobarlo en el Sistema Solar, que es un Sistema que contiene Partículas, lo infinitamente pequeño, y a lo infinitamente grande. Y de este modo he podido demostrar que este Sistema es Universal. Es la primera Teoría que ha permitido Calcular la Velocidad de la Luz.

Esta Velocidad de la Luz, que es muy sorprendente, puesto que en las Ecuaciones es una Velocidad, tiene el gusto de una Velocidad, tiene el olor de una Velocidad pero no es una Velocidad puesto que si corres detrás de la Luz a cualquier Velocidad, la Luz se alejará de nosotros a la misma Velocidad. De hecho, es una Velocidad Independiente de Aquel que Observa y de la Velocidad de la Fuente Luminosa. Se puede ver que hay algo que no es normal en eso, y se trata de la Velocidad de Desdoblamiento, la cual permite tener la Información con la Velocidad Máxima de la Velocidad de la Luz.

Lo que ha aportado esta Teoría, además, es la detección de Velocidades Súperluminosas, que han sido puestas en evidencia por la observación de Dos Astrofísicos y fueron explicadas por Tres Científicos: el Premio Nobel Alain Aspect y Nicolas Gisin y Antoine Suarez, que han demostrado que existen Velocidades de Transmisión de la Información que son infinitas. Se ha deducido que las Partículas reciben la Información al mismo Tiempo, simultáneamente, este fenómeno se llama Intrincación.

Pues Nosotros Estamos Intrincados con otro Nosotros Mismos, por la misma razón, o sea que el Desdoblamiento es universal, y evidentemente hay un Ciclo de Desdoblamiento con un Principio y un Final. He podido demostrar, a través del fenómeno de las Explosiones Solares que estamos viviendo el Final de un Ciclo de Desdoblamiento que empezó hace 25.920 años, Ciclo que corresponde al Ciclo de la Precesión de los Equinoccios, y es la primera vez que hemos podido calcular un Ciclo observado perfectamente. Este Ciclo es, de hecho, de 28.840 años, el cual corresponde a 100 Rotaciones de Plutón alrededor del Sol, con una Transición de 1080 años que corresponde a una doceava parte de aquel Tiempo.

Estamos actualmente viviendo, desde el momento de una Explosión Solar el 13 de Marzo de 1989 que perturbó todo el Hemisferio Norte, la Transición de 90 años entre los 24.840 años y los 1.080 años que faltan parea completar los 25.920 y es la razón por la cual nuestro Sistema Solar está altamente perturbado.

En una Publicación de 2006, que Me Valió Una Recompensa, expliqué la llegada de Planetoides a nuestro Sistema Solar. Y todos estos Planetas que llegan a nuestro Sistema Solar modifican todo el Sistema Solar. Es evidente que no podemos negar las perturbaciones existentes a raíz de la presencia de todos esos Planetas. Presencia esta que no es reflejada en absoluto por los Medios. Sólo se habla de la polución industrial, diciendo que es eso lo que calienta nuestro Planeta. Las Explosiones Solares nunca han sido tan importantes como ahora, por lo cual se piensa que están modificando la Radioactividad de la Tierra.

Habría pues que tomar conciencia de la Energía del Desdoblamiento, ya que es nuestra ignorancia de esta Energía, lo que perturba nuestro Sistema. Estamos de algún modo en ella pues quienes aportan la Energía de Información entre las Partículas Desdobladas son las Partículas Desdobladas. Nos hemos visto bloqueados científicamente durante un siglo porque la Energía es Masa, tal la Ecuación de Einstein: E:mc2, entonces, si la Información es una Energía, debe ser una Masa. Sabemos perfectamente que nuestros Pensamientos se transportan por ondas que no tienen Masa. De ahí la dificultad al explicar los Transportes de Energía por partículas sin Masa. Actualmente estamos viviendo experiencias muy extrañas y se consigue encontrar cosas muy sorprendentes, lo que Abre la Pregunta de si realmente estamos Creando Lo Que Imaginamos.

Estamos intentando encontrar una relación entre lo infinitamente grande, explicado por la Mecánica Relativista, y lo infinitesimal, explicado por la Mecánica Cuántica. Todos los científicos buscan una Ley que permitiría reunir a los dos Campos. Bueno, pues no hay que buscar muy lejos. Nosotros todos como hombres, como Observadores, vemos la Unión entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño,consistente en nuestras partículas, en un tiempo ralentizado. Estamos continuamente realizando un Intercambio de Información entre lo Macro y lo Micro, el cual se hace en un Tiempo Imperceptible. Tal como hoy en día sabemos, nuestro Tiempo, que es Continuo, es percibido de manera Discontinua. Al existir lo que yo llamo Aperturas Temporales y a través de ellas, pasan partículas en un Tiempo que no es perceptible, lo que hace que la Energía de la Información es dar la sensación de no utilizar Masa, puesto que si se hace pasar una Masa para un lado y otra Masa para otro en un tiempo imperceptible, para el Observador, que somos nosotros, nos dará la sensación de que no ha habido ningún cambio.

Para sobrevivir necesitamos tener siempre la Respuesta a la Pregunta de manera instantánea. Nuestro cuerpo es agredido de continuo, si nuestras células no consiguen la Información para resistir a la agresión es la muerte al final del camino. O sea que la supervivencia instintiva e intuitiva pasa automáticamente a través de los Intercambios de Información en tiempos diferentes.

Si alguien Se Desdobla, sea una Partícula o un Observador, aquel que está en un Tiempo Acelerado va a fabricar el Futuro de aquel que está en el Tiempo Ralentizado, pero ese observador número 2 que se encuentra en un Tiempo Acelerado también puede Desdoblarse a su vez en un Tiempo todavía Más Acelerado y ese Observador número 3 va a crear el Futuro del Número 2. Si ahora hay un Intercambio de Información a través de Aperturas Temporales que son imperceptibles, el Observador número 1 puede tener la Respuesta del Observador número 3 cuando ni siquiera se ha realizado una Pregunta. Tiene, entonces, Respuestas a Preguntas que nunca se ha realizado.

Ya vemos que ese Intercambio de Información en Tres Tiempos diferentes permite explicar la Memoria, que después de todo, es siempre la Memoria del Futuro. Podemos decir que el Tiempo Presente fabrica el Futuro. Entonces inventamos otro Tiempo, el Tiempo de la Memoria, que es un Tiempo Sintético y que permite tener una Respuesta instintiva en un tiempo intermediario.

Lo que es interesante de ver es que nuestra supervivencia exige estos Tres Tiempos: Pasado, Presente y Futuro, y a eso lo descubrimos en el Universo Macro igualmente que en lo infinitamente pequeño en donde las pequeñas Partículas parecen jugar con el Tiempo: Partículas, Pasado, Presente y Futuro aparecen mezclados. Pero para nosotros que somos un conjunto de Partículas, no tenemos la sensación de estar jugando con el Tiempo. Tal como habitualmente se dice, un hombre no entra en el vientre de su madre… Es el único medio para volver al Pasado, pero es que todo ocurre de un modo tan rápido para el Observador que somos nosotros los que, de hecho, elegimos Futuros, pero en un Tiempo Imperceptible, y es eso lo que no nos da la sensación de haber elegido pero nos da la sensación de consecución de un Destino. Y eso es porque no entendimos que Fabricamos Nuestro Destino.

Ya vemos que la Ciencia se toca con cuestiones que están en la frontera entre la Ciencia y la Metafísica, pero, de hecho, no necesitaríamos la Metafísica si conocemos la Ciencia. Nosotros somos la Ciencia, somos la manifestación de esta Ciencia: nuestra vida es la vida del Desdoblamiento. También es interesante ver que las Civilizaciones Antiguas conocían este Desdoblamiento, y lo pude demostrar a través del Estudio del Alfabeto Griego que es la justa Representación y Cuantificación del Movimiento del Desdoblamiento.

Esta historia del Ciclo del Desdoblamiento era conocido: en aquel entonces se hablaba de Principio y Final de Ciclo de Desdoblamiento del Tiempo, y simplificando, de Final de los Tiempos, que no tiene ninguna relación con un final del mundo. Es solamente el final de un Ciclo, de un Ciclo de unos 25.000 que antiguamente se llamaba Año Platónico.

¿Y qué se descubre al final de un Ciclo? Los demás Tiempos. Puesto es que es el Final del Ciclo de Desdoblamiento de los Tiempos. Es decir, que descubrimos todos los Potenciales que hemos podido manifestar, todo aquello que hemos podido memorizar, o sea que vamos a vivir bien con ese Potencial, o vamos a vivir mal pero habría que comenzar sabiendo que somos los creadores de nuestro Potencial, y si ese Potencial se vuelve peligroso, basta con cambiar esa Creación y crear Potenciales que no sean peligrosos.
Es lo que intento transmitir porque para Eso no hace falta que hable el Científico, cualquiera puede imaginar el Potencial que él elija, luego basta con Actualizarlo. En conclusión, podríamos decir lo siguiente: no hay que olvidar que vivimos en la Fábula que imaginamos.

Cualquier Pensamiento fabrica un Futuro. Ese Futuro es sólo un Potencial, puede ser Actualizado por cualquiera, claro está, bajo ciertas Condiciones. O sea que si quiero que todo vaya bien, basta con pensar hacer futuros agradables. O sea que, se puede decir que una Ley científica conduce a otra Ley científica que obliga a pensar en hacer al prójimo lo que el prójimo pensara en hacerme a mí. Es el único medio de tener un Futuro Potencial Común que nos permita vivir bien. De hecho fabricamos continuamente, un Potencial Futuro, algo así como el Potencial Eléctrico. No sabemos quién fabrica la Electricidad, pero yo me beneficio de un voltaje constante en cualquier lugar en donde esté. Para el Futuro es lo mismo: todos fabrican el Futuro y yo me conecto.

Evidentemente, si el Futuro no está hecho para mí, podría explotar, podría morir, o sea que haría falta que todo el mundo entendiera que siempre vivimos lo que nos imaginamos. De este modo podríamos entender más cabalmente que el Planeta puede vivir mejor. Y todos los Antiguos conocían esto. Se ha hecho de ello Filosofía, se ha hecho de ello Metafísica, pero no hay ninguna razón para hacer Metáfisica cuando tenemos una Ley física que no se apoya bajo ningún dogma y que dice que existimos como Observadores. Estamos en huelga para averiguar y saber que eso es la verdad.

El único Postulado que hay en esta Teoría, es que yo soy un Observador de mi Universo. Tenemos un cuerpo que es como cualquier otra Partícula, que es dual, a la vez ondulatorio y corpuscular. Podemos decir, simplificando, que tenemos un Cuerpo Energético, que desdobla el Cuerpo Físico, no es un Doble, desdobla el Cuerpo Físico. Y es ese Cuerpo Energético que va a buscar la Información en Tiempos diferentes, el cual aporta Informaciones que nuestro Cuerpo Físico toma y que guardamos en el Agua de nuestro Cuerpo. Esta también es una Ley, y hay que saber que si no tenemos Información ni tenemos Agua, no podemos visitar un Espacio. Los Antiguos decían que quien no tiene Agua y Espíritu, no puede visitar un Reino. La Información es el Espíritu, el Reino es el Espacio: existe tanto espacio Desdoblado en el Universo como estrellas en  cielo.

Estamos lejos de ser universales en nuestro pequeño pensamiento humano, o sea que no entendemos lo que ocurre. No hemos entendido la vida, a través de la Teoría del Desdoblamiento del Tiempo, la comprendemos mejor. Es muy importante darla a conocer pero algo vedado es hacer proselitismo. Hay, entonces, que esperar que ese alguien venga a buscar lo que Uno a Fabricado y lo puede fabricarse son los Pensamientos. O sea, los Pensamientos deben re-unirse, y siempre es deseable conocer a aquellos que han fabricado un Futuro que nos conviene. Si uno es agresivo conectaremos con el Potencial fabricado por personas agresivas. Esta es una Regla, pero no es una Regla filosófica. Es una Regla científica, no hay historias de buenos o malos: vivo bien o vivo mal, nada más. Y con lo ejemplos de todo el mundo terminamos por tener una Regla, una regla que va a conllevar la simpatía de las personas. Todas las Disciplinas y Técnicas, que han intentado encontrar esto sin conocer la Ley, se vuelven inútiles cuando conocen la Ley. Aplicando la Ley, se ve si la Técnica está alineada a la Ley o no. Pero cuando conocemos la Ley la conocemos por nuestra experiencia y no a través de lo que otro nos lo diga. El Potencial está a la mano de todo el mundo.

Es importante saber que lo que alguien piensa, será vivido por ese alguien o por otra persona, o sea que más vale tener cuidado, porque como dice el dicho, quien siembra vientos cosecha tempestades, pero si sembramos Armonía cosecharemos Armonía. Mientras no hayamos entendido que esta es una Ley Física, que no se trata de un modo de vida sino de una obligación para vivir bien. Porque al Final del Ciclo de Desdoblamiento ya no hay barreras con la Energía de Información y recibiremos libremente todas las Informaciones que fueron fabricadas durante el Ciclo y encontraremos una Fuerza que no hemos conocido desde hace miles de años.

Un ejemplo es la Tecnología, vemos que en 20 años hemos dado un salto enorme y que ahora diariamente hacemos avances increíbles y no tiene que ver conque el hombre es más inteligente sino que se beneficia actualmente de más y más información. Descubrimos Lo Oculto, Lo Oculto que ha sido fabricado durante un Ciclo. En Griego Antiguo esto se decía: Descubrir lo Oculto. Apocalipsis.

Vivimos el Apocalipsis de un Ciclo. Pero hemos transformado esa Palabra, hemos hecho del Final del Tiempo un final del mundo cuando tan solo se trata de un Ciclo Estelar. Todas las estrellas tienen un Ciclo análogo, habría que reconocerlo para empezar a vivir bien.


Diseño & Diagramación: Pachakamakin






1.01.2013

LOS PODERES DEL CHAMAN [1/7]

Por Francisco Trujillo
Sus Artículos en ADN Omni





LA MORADA DEL PODER

Aquella fue la primera ocasión en que tuve alguna experiencia con las drogas, es decir, con sustancias más fuertes que una taza de café, un cigarro, o una Coca Cola. Antonio, uno de mis dos compañeros de viaje, había extendido el brazo para alcanzarme el cigarro de marihuana del cual se había abstenido de fumar luego de que Edgar, quien lo encendió, se lo pasara. Tomé el cigarro humeante y me lo acerqué a los ojos, para verlo mejor. Nos encontrábamos a un punto más o menos indefinido en la Sierra de Oaxaca.

Antonio era el guía de la expedición;para aquel entonces ya había terminado sus estudios de ingeniería y supuestamente realizaba su tesis, peros dos o tres años atrás había tenido contacto con un personaje absolutamente fuera de lo común y, bajo sus enseñanzas, había comenzado el arduo camino de Iniciación en el chamanismo,  lo cual lo había alejado no sólo  de la Academia, sino de muchas otras facetas de forma de vida en la cual los tres nos habíamos formado. Edgar cursaba regularmente el último año en Filosofía y, al igual que yo, estudiante también del último año pero de derecho, se había asombrado al constatar la serie de cambios experimentados por la personalidad de Antonio, de tal manera que cuando éste nos invitó a Oaxaca a conocer a su maestro, aceptamos de inmediato.

Tomé el cigarro y, después de observarlo con detenimiento, me lo llevé a los labios para fumar, profunda y hasta alegremente: aquello era algo que había deseado hacer desde hacía mucho tiempo, pero también había tenido miedo, verdadero miedo de llevar a cabo, y en esa ocasión experimenté la euforia de lo prohibido, el encanto que atrapa a las bestias ante la vista del fuego; pero a diferencia de ellas, que salen huyendo, yo me acerqué al fuego y comí de él sin reservas, dejando todo temor de lado, sintiendo debajo de la piel latir mi libertad sin otra compañía.
-¡Fuerte! -me indicó Antonio-. Fuerte y aguántalo adentro hasta que no puedas.
Yo seguí las indicaciones; di tres fumadas de esa manera y regresé el cigarro a Edgar, quien ya había exhalado lo poco de humo que le quedaba en los pulmones.

habíamos salido de la ciudad de México aún de madrugada; Edgar y yo con toda la facha de campistas expertos, con nuestras enormes mochilas a cuestas, grandes botas, una cámara fotográfica, cantimploras y demás, mientras Antonio calzaba huaraches y cargaba sus escasas pertenencias en un morral de yute. Su apariencia magra resultaba extraña, de corta estatura, con el cabello ni corto ni largo y una despreocupada manera de vestir.

El cómodo autobús que abordamos en la estación del Distrito Federal nos dejó cerca del mediodía, en una ciudad pequeña de estado de Oaxaca, donde abordamos otro, esta vez mucho menos acogedor, el cual, luego de más o menos dos horas de camino, dejamos en un pueblo al pie de la imponente cordillera a cuyas entrañas pretendíamos penetrar. No tuvimos que esperar mucho para conseguir un vehículo que nos ayudara a hacerlo. Antonio ya conocía alguna gente y le resultó sencilllo contratar a un par de hermanos -quienes transportaban productos agrícolas- para que nos llevaran en el próximo viaje a bordo de su camión de redilas.

Salimos cerca de las cuatro de la tarde, instalados en la cabina, por un momento de terracería que trepaba por las altísimas paredes rocosas que nos separaban de nuestro objetivo. apenas habíamos iniciado el ascenso cuando antonio propuso al par de hermanos que nos permitieran realizar el viaje en la parte de atrás, junto con la carga. estos se miraron algo extrañados, pero evidentemente preferían ir con más espacio en la cabina, pues asintieron de inmediato.

Nos acomodamos sobre algunos bultos, sentados y con el cuerpo extendido, a mayor altura que los choferes, desde donde la experiencia de viajar resultó por completo diferente a lo que, cuando menos Edgar y yo, habíamos conocido. Instalados de tan cómoda manera, fue cuando Edgar propuso fumar la marihuana, y Antonio aceptó con un drástico: "Bien. está bien. No les hará ningún daño".

Cuando iniciamos el camino, el ambiente era seco, semidesértico, pero conforme avanzamos la vegetación fue haciéndose más y más tupida, así como cambiando de especie. de la misma manera, el aire al chocar con nuestra piel, al principio caliente, muy caliente y casi duro, fue refrescándose, y un perfume húmedo comenzó a rodearnos, a abrazarnos maternalmente.

El camión trepaba por aquella pendiente, por un lado del camino chocaba contra las paredes peladas de la montaña, mientras que por el otro se derramaba estrepitosamente hacia el precipicio, el cual paso a paso se nos mostraba más profundo.

Edgar y yo platicábamos con cuantas palabras nos venían a la mente, mientras Antonio lo hacía con monosilábicos y frases muy cortas. era como si estuviéramos asecndiendo no solamente a una montaña, sino literalmente a las alturas, donde las cosas del mundo pierden sentido, y aquello que en él se calla  por quién sabe qué tantos motivos adquiriera fuerza propia, como si se fuera deshaciendo de sus ataduras y fluyera pleno de naturalidad en nuestra charla, a la vez que, aunque de una manera distinta, el silencio de Antonio iba adquiriendo mayor y más profundo significado conforme nos alejábamos del suelo de los mortales.

La tierra árida ya había quedado bastante lejos de nosotros, y la vegetación había adquirido, por donde se dejaba ver, fuerza y vivacidad, cuando, luego de dos o tres fumadas más, caí en la cuenta de que el ruido del motor, que rebotaba en las paredes de piedra y en parte regresaban a nuestros oídos, había tomado nuevas característica, se había hecho mucho más terso y melódico, como un canto ronco, proveniente de la garganta de un gigante, o mejor, de un espíritu gigante, que nos estuviera dando la bienvenida.

Guardé silencio, lo cual al principio no pareció afectar el flujo de la conversación. me entregué dócilmente a aquel canto, a medias rugido poderoso y a medias susurro protector, me dejé llevar por sus oledas, por sus cambios de forma y de intensidad, por sus subidas lentas, lentísimas, así como por  sus bajadas abruptas. Mi atención visual, por el contrario, no recaía en ningún objeto en particular: miraba ampliarse más y más la bóveda del horizonte conforme subíamos, las paredes de roca viva y la vegetación estallando por acá y por allá en centellas verdes de artificio; asimismo reparaba en el movimiento de las manos de Edgar, las cuales ilustraban plásticamente sus aseveraciones, que en los huaraches de Antonio, dócil y femeninamente adaptados. Tal era el hechizo en el cual aquel canto salvaje y benévolo me había atrapado.

En un momento indefinido captó mi atención, sin que por ello me olvidase del canto, la particular belleza del rostro de Edgar, su carne regordeta la cual a cada sacudida del camión temblaba con alegría juvenil, llena de vida, llena de vida como nunca la había visto, con una barba mal recortada, rala y tersa, como la de un cabritillo; el cabello más bien largo y que el soplo del viento hacía ondular como sucede con las plantas marinas en medio de una fuerte corriente. Su rostro brillaba, rosado como el de un conejo recién nacido.

No sé qué cara puse, qué gesto, yo supongo que de inmensa maravilla, pero cuando Edgar reparó en él soltó una tremenda carcajada, la cual se vino a sumar al canto de nuestro gigante como la voz de un coro de mujeres que lo bordara melódicamente con arabescos brillantes. me sentía... no feliz, porque feliz no es la palabra; me sentía perfectamente lúcido, tal vez mucho más que de costumbre, y totalmente consciente de mi libertad, entendiendo que estaba ahí por mi propio deseo y que si alguien en ese momento me hubiera propuesto estar en otra parte, en cualquier otra parte, en la cama con Marilyn Monroe o capitaneando el más grande y lujoso trasatlántico del mundo, yo no hubiera aceptado, pues me encontraba en mi lugar preciso.
-Es la cima del mundo, no es cierto? -me preguntó Antonio de repente , con una sonrisa de comprensión, identica a la que hacen los ancianos ante las desazones de los jóvenes.
Edgar dejó de reír inmediatamente, con un gesto de incomprensión ante la frase que en apariencia no venía al caso. Volteó a mirar a Antonio y volvió a estallar en una carcajada, la cual, retorcida y hermosa, se integró de nuevo al canto ronco que nos acunaba. Sus ojos profundamente azules, como estrellas agigantadas, brillaban con violencia.
-Eso -dijo Antonio, ahora dirigiéndome a Edgar-, ríe porque precisamente eso es lo que debes hacer en este momento. ¿No es cierto?
Edgar asintió, carcajeando. Yo observaba todo desde el trono brillante de mi libertad; el mundo se alejaba más y más de nosotros, y las nubes, cada vez más cercanas, se derramaban por los bordes del cielo, como la espuma de un tarro de cerveza.

Antonio contiuó: "La hierba les ha abierto los ojos del corazón, porque los tienen cerrados y no pueden abrirlos por ustedes mismos: son todavía demasiado débiles o tienen, como alguien dijo por ahí, demasiada poca fe. Aquí no hay problema; abránlos, déjenlos abiertos, porque nos estamos acercando al centro del mundo, y aquí la fuerza es luz. Aquí no les pasará nada."

Edgar ya había dejado de reír y ahora escuchaba con atención a nuestro guía, pero aún su voz, en los cientos de voces femeninas que se había convertido, cantaba magníficamente en conjunción con la de nuestro gran espíritu anfitrión.
-Ustedes pueden pensar que algo los obligó a ser como son -prosiguió Antonio-. a tenerle miedo a algunas cosas, a desear todo aquello que desean, pero no es así, sino que ustedes mismos han optado por esa posibilidad, han preferido esa oferta. Nadie les ha puesto una pistola en la sien para que se vistan como lo hacen o para que hablen así o para que hagan determinados gestos; ustedes han decidido hacerlo pues así les ha convenido, y el que ahora me acompañen no señala otra cosa que su deseo de cambiar. pues bien: alégrense porque pueden hacerlo.
-¿Qué te pasa? -cuestionó Edgar de golpe, con gesto de verdadero asombro-, ¿Que te crees Cristo, o qué?
-¿Cristo? -preguntó sonriendo Antonio-. De veras que te vas  a los extremos, Edgar. Aunque sí, ¿Por qué no?, tal vez Cristo tenga algo que ver aquí, tal vez tu Cristo sea una de las razones por las cuales te has decidido a ser como eres.
-El tiene una forma de ser -dije yo, casi sin desearlo-, una forma de ser desde que nació: es un conejo con barbas de chivo -y me reí, lo que a Edgar no le hizo mucha gracia. Esta vez mi risa también se integró al canto mayor.
-La forma de ser no existe -dijo Antonio, sonriendo pero muy en serio-. la forma de ser es eso, simplemente una forma, como la forma de las nubes, ¿No las ven?, cambian todo el tiempo, no dejan de cambiar -y ambos discípulos volteamos hacia arriba al mismo tiempo-. El ser es lo único que existe, y cada uno de nosotros es una grieta por la cual él fluye.
"Las formas que va adoptando conforme pasa el tiempo, las formas que nosotros le vamos dando son pasajeras y no tienen nada que ver con el ser -aseguró-, solamente que él las escogió, son las máscaras que nos hemos decidido a modelar frente al espejo en una tienda de antiguedades."

"El ser es Poder -continuó-. Es el Poder mismo, el cual no tiene origen ni tendrá fin, y al cual nosotros no podemos ni tocar ni manipular, ¡Vaya!, ni siquiera conocer , pero que nos da aliento y que somos nosotros mismos. Al ser, es decir al Poder, no podemos más que ejercerlo o traicionarlo, y normalmente lo traicionamos, o no? -nos preguntó."

Hasta entonces, en medio de aquel canto mágico compuesto por tantas y tan bellas voces, con tantas ideas tan nuevas fluyendo de la boca de Antonio y compartiendo mi asombro con Edgar, fue que caí en la cuenta de que la marihuana había obrado su efecto sobre mí. lo entendí repentinamente, y en el acto experimenté el golpe en mi ánimo de una desagradable oleada de escrúpulos, de sentimientos de culpa y de miedo... ¿Qué me estaba sucediendo? ¿Qué sería lo siguiente? ¿Perdería el control? Antonio de inmediato pareció darse cuenta de lo que ocurría.
-¡Calma! -me dijo, y se incorporó para poder colocar la palma de su mano derecha sobre mi frente, con lo que de inmediato sentí alivio-. ¡Cálmate! Nada malo te va a pasar.
-Fijate cómo son las formas del ser -continuó dirigiéndose a Edgar-. Y tu también, Mario -me dijo-, fíjense cómo la forma cambió: el ser de Mario continúa siendo el mismo, pero de pronto llega el miedo y todo lo cambia. Si traicionamos al Poder él nos traiciona, nos contesta con jugarretas, con engaños que si no conocemos, si no sabemos distinguir, se adueñan de nosotros. El ser es como el haz de luz de un proyector, siempre fluye igual, impasible y brillante, mientras las formas del ser son como los cuadros que forman la película proyectada: tuercen ese ser que los atraviesa, le dan colores y formas, pero colores y formas que no le corresponden por sí mismos. Los cuadros pasan unos tras otros frente al haz de luz, y en la pantalla se proyecta una película. Nosotros creemos, pues nos hacen creerlo así  y porque decidimos finalmente creerlo, que esa película es nuestra propia vida, pero no es así pues se trata solamente de imágenes; el ser, el Poder, es lo que les da vida, pero permanece escondido a los ojos del que no sabe distinguirlo; y así vamos, viviendo entre sombras, entre sombras brillantes y bellas, si quieren ustedes, pero al fin entre sombras...
De la cuestión del ser, Antonio pasó, si no recuerdo mal, a las drogas. Repitió, más bien dirigiéndose a mí, mientras el camión continuaba su ascenso y el sol su descenso, que esas sustancias nos ayudan a "abrir los ojos interiores", pero que lo hacen fuera de nuestro control.
-Y hay algo muy importante -añadió-: en la antigüedad, cuando los hombres tenían una forma más religiosa de ver el universo, el uso de las drogas se encontraba restringido a prestar servicios espirituales, y no cualquiera ni en cualquier circunstancia podía acceder a ellas; en cambio en las sociedades modernas son usadas indiscriminadamente y sin ningún respeto, lo cual nos ha llevado a una incomprensión casi absoluta de sus facultades, convirtiendo lo que fue un camino para el crecimiento espiritual en un vicio y nada más, en un medio de degradación y en grandes problemas para todo el mundo, ¿No es cierto, Edgar? -y Edgar asintió, riendo un poco tontamente, como lo había venido haciendo desde hacía un rato.
"El uso de las drogas -continuó- tiene un fin, un fin mágico, el cual hay que saber respetar, porque si no todo puede voltearse y, en lugar de liberar nuestro poder, puede encadenarnos definitivamente en nuestros vicios y nuestras debilidades..."

Guardó silencio repentinamente. la tarde ya se encontraba bien avanzada. Llamó entonces mi atención el que las nubes, observadas por Antonio desde hacía rato y que antes se encontraban a una altura indefinida e inalcanzable, se habían apilado en los bordes de la montaña y se encontraban a corta distancia de nosotros. la temperatura había descendido y la humedad se hacía más densa. Luego de un momento, sin aviso previo, llegamos al cielo y ¡Paff!, de pronto nos encontramos dentro de las nubes, en sus entrañas perfectas.

Yo nunca antes habia estado dentro de una nube; había caminado en la neblina y también tomado baños de vapor, pero nada de ello resultaba comparable a esta nueva sensación. Repentinamente todo desapareció, sumido en una absoluta y brillante blancura; de pronto fue como si me encontrara solo, como si mis compañeros hubieran desaparecido en un limbo donde los equilibrios de este mundo se hubieran esfumado, donde ninguno de los tantos y tantísimos asuntos tan importantes que componen nuestra vida hubieran desparecido en la más profunda oscuridad.

La conversación de Antonio se esfumó también, junto las risotadas de Edgar y el eco del motor, metamorfoseado en canto. Todo se hizo silencio, acompañado de una blancura silencios, acariciadora y fría.

Las partículas que forman las nubes ocupan un punto intermedio entre vapor y la lluvia; puede sentírselas chocar, en chispas heladas, contra la piel del rostro, contra los brazos y las manos; se las siente colgar de los bordes de las fosas nasales, entre el cabello, contra los párpados y contra los globos de los ojos abiertos. la lluvia finísima que ellas formaban como un velo de denso vapor tejido en punto cerrado, obró un efecto purificador sobre mi ánimo; hizo las veces de bienvenida, como el paso por la antesala del lugar al que estábamos llegando y que se trataba, evidentemente, de un lugar mágico sagrado.

No sé cuánto tiempo duró nuestro paso por la nube, tal vez dentro de ella el tiempo no fluía de la manera que todos conocemos, tal vez iniciaba una marcha hacía atrás, se detenía o simplemente se retorcía sobre sí mismo, pero si hubiera durado una hora o dos, o solamente unos cuantos segundos, de lo que si estoy seguro es que aquella experiencia me llevó a una calma absoluta, lo cual no debe entenderse como quietud, sino como armonía, como un movimiento continuo y equilibrado: todas las voces que componen mi conciencia en ese momento comenzaron a fluir, unas junto a otras, rozándose placenteramente, como un conjunto de livianos delfines que nadaran en medio del océano vibrante e infinito del universo.

De la misma manera repentina como entramos a la nube salimos de ella, y lo que entonces apareció ante nuestra vista confirmó mi intuición de que estábamos entrando a un lugar sagrado: la carretera ahora corría por la cima recortada de la cadena montañosa que, a tramos, sobresalía de un brillante mar de nubes, por entre el cual, acá y allá como islas de ensueño, podían verse los picos más altos de otras montañas. A lo lejos, el sol estaba a punto de hundirse en el horizonte, como una perfecta e incandescente gota de metal fundido.







Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin

12.24.2012

EL CORAZON DEL AJEDREZ



Por Mariana Juliana Leone
Sus Artículos en ADN Omni
& Mariano Sigman
Sus Artículos en ADN Omni
Edición: Agustín Ibáñez, Institute of Cognitive Neurology, Argentina
Revisión: Sebastian J. Lipina, Unidad de Neurobiología Aplicada (UNA,
CEMIC-CONICET), Argentina & Guillermo Solovey, Columbia University, USA. Correspondencia: María Julia Leone, Laboratorio de Neurociencia Integrativa, Departamento de Física, FCEyN UBA and IFIBA, CONICET, 
[Pabellón 1, Ciudad Universitaria, CP 1428 Buenos Aires, Argentina] 
E-mail: juli.leone@gmail.com





DECISIONES, DECISIONES, DECISIONES…

Decidir implica elegir una opción entre varias posibles. Solo en circunstancias muy particulares, nos basamos en una evaluación racional y deliberada de las distintas opciones para determinar cuál de ellas maximiza un objetivo particular. En lugar de esto, para la mayoría de la decisiones humanas utilizamos heurísticas, soluciones rápidas alimentadas por intuiciones y “corazonadas”.

De manera exacta o aproximada, las decisiones se basan en una función que evalúa qué tan bueno es el estado resultante de cada una de las opciones. Un desafío muy importante para la economía y la neurociencia es conocer los parámetros que definen esa función. Cuando compramos un auto: ¿Cómo deberíamos valorar de manera relativa su precio, su seguridad, su comodidad y su estética? Muchas veces no es fácil determinar si una elección fue acertada o no. Una solución posible –al menos parcial- es preguntar retrospectivamente a las personas involucradas qué tan satisfechas quedaron con su decisión y usar esa respuesta como una medida normativa de su calidad.

En Ajedrez, este problema se resuelve de manera Salomónica: la calidad de una decisión se define a partir de una función que evalúa la posición. Si bien hay cierto debate alrededor de esto (distintos programas o jugadores pueden no estar de acuerdo), esta disonancia es extremadamente pequeña si la comparamos con las evaluaciones de las decisiones de la vida real. Como Kasparov y otros han sugerido previamente, el proceso de toma de decisiones en el Ajedrez brinda un entorno muy adecuado para entender y mejorar la manera en que tomamos decisiones en general (Kasparov, 2007). En palabras del propio Kasparov: 
“… debido a su reducido ámbito, el Ajedrez proporciona un modelo muy versátil acerca de la toma de decisiones. En el Ajedrez, el éxito y fracaso se miden con patrones muy estrictos. Si te equivocas en las decisiones, tu posición de debilita y el péndulo oscila hacia la derrota; si aciertas, se mueve hacia la victoria. Cada uno de los movimientos es el reflejo de una decisión, y, con el tiempo suficiente, podría analizarse con perfección científica si esa decisión fue la más eficaz o no” [GM Garry Kasparov, 2007].

AJEDREZ, EL LABORATORIO NATURAL DEL PENSAMIENTO HUMANO

El Ajedrez es una excelente herramienta para estudiar las decisiones humanas porque imita a la vida en un terreno más sencillo. De manera resumida:

 El Ajedrez se desarrolla en un entorno limitado (tablero con 64 casillas y 32 piezas, un reloj) pero permite la generación de una cantidad virtualmente infinita de estados (posiciones) y patrones de decisión. 

 Los jugadores toman decisiones en una cantidad de tiempo limitada (lo que lo hace ideal para estudiar relaciones entre velocidad y calidad).

 Cada decisión puede ser precisamente evaluada, contrariamente a lo que ocurre en la vida real, donde el resultado de una decisión es ambiguo.

 En la vida real, hay personas que son buenas tomando decisiones y otras que no, pero esto no es fácil de determinar. En cambio en el Ajedrez es sencillo. El ELO (u otros ratings online) permite estimar muy bien la calidad con que una persona toma decisiones.

 Como Adriaan de Groot describió de manera muy elegante (de Groot, 1965), los jugadores pueden reconocer eventos específicos de su pensamiento durante una partida y esto explica por qué el Ajedrez es una herramienta tan útil para estudios de introspección (nuestra capacidad de indagar en nuestros propios pensamientos).

 El Ajedrez se juega en un entorno social, promoviendo todo tipo de emociones sociales (amistad, rivalidad, etc.) que también ocurren en la vida.




Ventajas del Ajedrez como modelo de toma de decisiones.


EL CORAZON DELATOR

Recientemente, en el laboratorio nos preguntamos si -como en el cuento de Edgar Allan Poe nuestro corazón puede decir más de lo que pensamos. ¿Solo hay que escucharlo para entender nuestro razonamiento y pensamientos? Un aspecto que quizás no es tan sorprendente es que el resultado de una decisión se revela en la velocidad de los latidos de nuestro corazón. ¿Quién podría no imaginarse que su corazón latirá más rápido luego de un error o en un momento tenso de la partida? Pero el otro lado de la historia es aun más interesante. El estado de nuestro corazón, ¿Nos indica si decidiremos bien o mal? La frecuencia cardíaca (la velocidad con que late el corazón) de un jugador ¿Nos informa sobre sus pensamientos, si está calculando, generando un plan, o en un momento de inspiración? Nosotros demostramos que el corazón tiene mucho que decir acerca de lo que ocurrió, lo que está ocurriendo y lo que sucederá en nuestras mentes. Y esta es una evidencia importante que avala la idea que las decisiones se basan en intuiciones, heurísticas relacionadas con marcadores somáticos (Damasio, 1994) o “corazonadas”.

Extractos de actividad cardíaca de un sujeto jugando partidas de Ajedrez de 1 min. La frecuencia cardíaca (la inversa del tiempo transcurrido entre los latidos del corazón) aumenta durante la partida, comparando con los períodos previos y posteriores a la misma.  


Escuche el corazón de un jugador de Ajedrez durante unos segundos antes, durante y después de una partida [Audio]

Nuestros experimentos se basaron en el registro de la actividad del corazón de jugadores de Ajedrez (ELO rating 2021-2216) durante partidas de 15 min. (tiempo elegido como un compromiso para poder investigar transiciones en frecuencia cardíaca pero también lo suficientemente lento como para que el jugador pueda recordar retrospectivamente los momentos relevantes percibidos y experimentados durante la partida). Luego de cada partida, los jugadores reportaron los momentos relevantes del juego mediante un cuestionario.




Setup experimental. El registro de la actividad del corazón (y otras variables fisiológicas) durante partidas de Ajedrez nos permite analizar los cambios en la frecuencia cardíaca en función de lo que ocurre en el tablero: jugadas particulares, momentos de las partidas, valor de la posición, errores, etc. 

La obtención de este grupo de datos permite analizar las variaciones en la frecuencia cardíaca en distintos momentos de la partida, como por ejemplo cuando un jugador o su oponente se equivocan, o cuando el jugador está generando un plan, o está apurado por tiempo, o en una posición ganada… En otras palabras, nos permite averiguar si el corazón es un buen diccionario para comunicar los distintos estados del juego.Específicamente, nuestro objetivo fue investigar qué aspectos de la frecuencia cardíaca indexan variables objetivas (la calidad de una jugada, determinada por el cambio en la evaluación objetiva de la posición) y reportes subjetivos, como la concepción de un plan o un momento de cálculo (reportado por el jugador retrospectivamente).




Variables relacionadas con la partida. Un “momento” de la partida se define por el valor de la posición y el tiempo disponible de cada uno de los jugadores. Cada jugada está asociada a características subjetivas (percibidas por el jugador) y objetivas (resultado de la función evaluadora).

Como muchos jugadores intuirían, la frecuencia cardíaca aumenta a medida que la partida avanza. Más allá de ese aumento general, ¿Se modula de acuerdo a la ocurrencia de episodios relevantes en la partida? Desde el punto de vista práctico de los jugadores, y quizás de todos los individuos que tomamos decisiones, ¿qué ocurre cuando estamos por cometer un error?, ¿Qué es lo que hace que nos equivoquemos?, ¿El corazón tiene algo que ver con esto?

Con este objetivo en mente, analizamos la dinámica de la frecuencia cardíaca antes y después de un error (del jugador registrado o de su adversario). Consideramos como “error” a aquellas jugadas donde la función de valoración disminuye en más de un punto. Como todos sabemos: 
“the blunders are all there on the board, waiting to be made” [Los errores están todos ahí en el tablero, esperando para ser hechos; GM Savielly Tartakower].
El corazón de los jugadores de Ajedrez late más rápido cuando el adversario comete un error. Podemos tratar de disimularlo detrás de una cara inexpresiva, pero las emociones fluyen y el corazón lo evidencia. Sin embargo, esto no resulta muy sorprendente.



La frecuencia cardíaca aumenta en respuesta a errores del adversario. Las variaciones observadas en la frecuencia cardíaca alrededor de las jugadas erróneas o correctas del oponente son diferentes: la frecuencia cardíaca aumenta luego de una jugada errónea, reaccionando al error del oponente. El aspecto más interesante de este trabajo es la comparación de los errores versus las jugadas correctas del jugador registrado. En este caso, y contrariamente a lo que ocurría con las jugadas del adversario, observamos una disminución en la frecuencia cardíaca en las jugadas correctas que está ausente en las erróneas. No solo eso, sino que el cambio en la frecuencia cardíaca durante los segundos previos a la decisión es un buen clasificador (un índice, una firma) para decir si el jugador cometerá realmente un error. Por supuesto, todos los mecanismos complejos y las interacciones cerebro-cuerpo no son revelados en este análisis. Pero esta maquinaria compleja se expresa de manera muy robusta en la frecuencia cardíaca, que actúa como un indicador del proceso para tomar una decisión.




Frecuencia cardíaca en jugadas propias: errores versus jugadas correctas. Las fluctuaciones en la frecuencia cardíaca centradas en la jugada (tiempo = 0 s) difieren entre las jugadas erróneas y las correctas del jugador registrado. Antes de la jugada, la frecuencia cardíaca disminuye en las jugadas correctas, comparándolas las erróneas.

Y ¿Qué ocurre con los mecanismos de las decisiones? El corazón ¿Puede informarnos si una jugada (una decisión) fue producto de un sacrificio intuitivo como los de Misha Tal (heurístico, basado en una corazonada inconsciente)
“In my games I have sometimes found a combination intuitively simply feeling that it must be there. Yet I was not able to translate my thought processes into normal human language” [En mis partidas he encontrado intuitivamente una combinación simplemente sintiendo que ésta debía estar ahí. Todavía no soy capaz de traducir mis procesos de pensamiento al lenguaje humano normal; GM Mikhail Tal]
O, en lugar de eso, una línea calculada exhaustivamente (reduciendo al mínimo el rol del azar) de GM Lyova Polugaievsky? ¿Podemos saber qué pensamientos condujeron a nuestro adversario a hacer esa jugada?, ¿Estaba calculando o jugando “intuitivamente”?, ¿Tenía un plan?

Los elementos del nuestro pensamiento no solo están ocultos para nuestros adversarios, sino que frecuentemente lo están para nosotros mismos. Una vez más, prestar atención a nuestro propio corazón (o al de nuestro oponente) nos permite obtener más información de la que suponíamos. La frecuencia cardíaca aumenta cuando un jugador está calculando o concentrado en pensamientos estratégicos. Escuchar la voz del corazón llega a sus límites, la señal no es suficiente para discernir entre ambas posibilidades.



Las jugadas de generación de planes o momentos de cálculo se caracterizan por un aumento en la frecuencia cardíaca previo a la jugada.


Los movimientos asociados tanto a la generación de planes como a momentos de cálculo mostraron patrones similares en la frecuencia cardíaca asociada: aumentos antes de la jugada. ¿Por qué? Una posibilidad es que la carga de pensamiento racional provoque aumentos transitorios en la frecuencia cardíaca, algo que ha sido previamente descripto en otros modelos. Alternativamente, es posible que los cambios somáticos no solo ayuden a elegir entre opciones en forma encubierta sino también entre episodios internos de un programa mental.



EPILOGO

Si bien la frecuencia cardíaca es un marcador muy amplio que integra una gran cantidad de variables fisiológicas, su dinámica fue lo suficientemente rica como para revelar episodios del pensamiento. Escuchando el corazón de los jugadores, demostramos que la frecuencia cardíaca contiene información capaz de indexar ciertos episodios: aumenta antes de errores propios, generación de planes o momentos de cálculo; y reacciona a errores del oponente. Por lo tanto, en los momentos más intensos de la batalla deberíamos escuchar a nuestro corazón para acceder a nuestro razonamiento más allá de lo que la pequeña ventana de la introspección nos permite. 


Como Blaise Pascal nos recuerda: “Le cœur a ses raisons que la raison ne connaît point.”; el corazón tiene razones que la razón desconoce…



Arte: Frederic Friedel 
Diseño y Diagramación: Pachakamakin





ENLACES

LEONE, Mariana Leone; PETRONI, Agustín; FERNANDEZ SLEZAK, Diego & SIGMAN, Mariano. (2012). 
The tell-tale heart: heart rate fluctuations index objective and subjective events during a game of chess. Front Hum Neurosci, 6, 273. doi: 10.3389/fnhum.2012.00273. 

Trabajo original en formato .pdf
Sitio web del LNI

BIBLIOGRAFIA

DANASIO, A. R. (1994). Descartes' Error: Emotion, Reason, and the Human Brain. New York: Grosset/Putnam.
de Groot, A. (1965). Thought and Choice in Chess. Mounton, The Hague.
KASPAROV, Garry. (2007). Cómo la vida imita al ajedrez. Barcelona: Debate.


Las últimas tres ilustraciones fueron publicadas originalmente en: Leone, M. J., Petroni, A., Fernandez Slezak, D., & Sigman, M. (2012). The tell-tale heart: heart rate fluctuations index objective and subjective events during a game of chess. Front Hum Neurosci, 6, 273. doi: 10.3389/fnhum.2012.00273.