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7.22.2008

LA MAESTRA DEL VACIO.

Por Pedro Valtuille







Brighton, Inglaterra, 24 de Diciembre de 1980. Fuí invitado por un amigo japonés, pintor Zen especializado en vidrieras, de nombre Shigeru Yoshida, a una cena de Nochebuena. Shigeru sabía que en Caracas yo había conocido en 1975 a un Sensei de Shorinji Kempo, Yoshio Hama, quien sería mi primer mentor en el ámbito del Budismo Zen. 


Yo le había contado que en el ´75 Kazuo Wada me había iniciado el la práctica del Karate-Do Shitu Ryu y como a través de él había conocido a Yoshio Hama, Sensei de Shorinji Kempo, y mis viencias con él en relación al Zen... También le conté que en Caracas había conocido a Ishiyama, a Carlos Moreno y... al Shihan Shoko Sato para quien mi padre había trabajado como transportista de sus alumnos...

Yo le había contado a Shigueru mis Vivencias, de hacía varios años, de Shunyata y de Maha-Shunyata... Shigueru también sabía que realizaba una Disciplina de Dhyana intensa, pues a diario Meditaba de 6 a 8 de la mañana y de 21 a 21:30; además de las prácticas en Vipassana, Metta y otras en diversos Centros y Grupos Budistas, como los Friends of the Western Buddhist Order, Lamas Tibetanos y Diversas Escuelas Mahayana...


Así que Shigeru me preparó un Regalo inesperado...


La Cena de Nochebuena la daba en su habitación. Allí­ no habí­a cuarto de baño ni ningún tipo de cuarto, compartimento o biombo, sólo una pequeña habitación donde él viví­a. A la Cena estaban invitados cuatro amigos suyos japoneses: un Señor experto en Flamenco, dos Señoras Cristianas y la Dama que no me fue presentada, a la cual denomino Maestra del Vací­o... pues Ella fue el Regalo.


A las dos japonesas Católicas y al Señor experto en guitarra española les hací­a mucha gracia que yo estuviera tan interesado en el Budismo Zen y en la Cultura Japonesa, mientras que ellos tres lo estaban de la Cultura Española... Nos reímos todos por ello.
Pero veamos el Regalo que me hizo la Maestra del Shunyata, una mujer experta en Ikebana
Cha-no-yu o Ceremonia del Te, desde la perspectiva Zen. 

Es importante saber que en ningún momento Ella salió de allí­, ni se maquilló o desmaquilló estilo Geisha, ni se quitó o cambió de ropa. Su Regalo fue el mostrarme su Dominio del Vací­o. Para ello me hizo vivir intensamente el momento presente. Como una Maestra del Teatro me hizo cuatro representaciones en vivo, sin yo saber que lo hací­a...

Veamos Su Destreza en la Representación y en el dominio del Shunyata... En cada representación viví­a con intensidad el momento presente sin poder recordar las escenas anteriores. Cada escena duró aproximadamente una hora.


Primera Escena: Cuando entro en la habitación la Dama es una Joven de unos 16 años. Shigueru me presenta a todos menos a esta 
ꞋjovenꞋ, al menos yo no lo recuerdo. La ꞋjovencitaꞋ era bellísima y estaba decorando cuando yo entré.

Ella no se inmutó ni me miró, y siguió haciendo su trabajo durante una hora, más o menos, sin parar. Durante toda esta Escena todos mis sentidos estuvieron enfocados en Ella, no podía dejar de mirarla... habí­a tanta Belleza y Armoní­a en cada gesto y movimiento suyo... no había visto tanta perfección, nada igual en mi vida... 

Ella no me miró ni me habló en ningún momento, estaba plenamente centrada en la decoración, en crear Belleza. Pero Ella era la Belleza en sí­ misma, todos mis sentidos no podían dejar de focalizarse en Ella...

Segunda Escena: Ahora Ella aparentaba unos 23 años y yo pasé a ser el centro de atención de todos sus sentidos, cada gesto o movimiento mío durante la cena atraí­a todos sus sentidos. Su mirada era profunda y penetrante... En esta Escena no hubo tampoco cruce de palabras, yo hablaba con los demás en inglés mientras Ella me observaba... Durante todo el tiempo también viví intensamente el presente sin recordar la escena anterior...


Tercera Escena: Ahora la Dama aparentaba unos 35 años... Sigo sin recordar sus anteriores aspectos, ya que me hacía vivir muy intensamente cada Escena, momento a momento... Por tanto, no noto el instante del cambio de cada Escena. En esta Tercera Representación yo me convierto en el blanco de sus crí­ticas...


Cuarta Escena: En esta aparenta unos 45 años y sigo sin recordar las escenas anteriores. Esta vez, durante todo el tiempo, Ella se convirtió en el blanco de mis críticas mentales; por cada comentario que hacía, por su conversación, por cada gesto o movimiento... por todo...


Fin de Escena, Acción Maestra y Dominio de la Vacuidad: Nada más salir de la Habitación, y despedirme de Shigueru y de sus amigos, la Maestra Desapareció Absolutamente de mi Consciencia, sin dejar la más mí­nima huella. Podí­a recordar al Sr. Yoshida, al guitarrista y a las dos Señoras Católicas, mas no a la Maestra de Chanoyu...


Y así­ pasaron unos 23 dí­as en Inglaterra sin recordarla. Regresé a León, España, y pasaron varios meses... Seguí­a recordando sólo a tres japoneses, a parte de mi amigo Shigueru, con quien mantenía correspondencia.


Un día entré en la ya desaparecida librería Pisa, y en la sección de Orientalismo cogí un Libro de Okakura: La Ceremonia del Te. Un libro publicado en Kairós. Antes de abrir el Libro cerré los ojos dirigiéndome a lo Profundo y anhelando intensamente conocer la Esencia de la Ceremonia del Te, no el Procedimiento...


Al abrir el Libro por la mitad, al azar, ví el título del Capítulo que comenzaba:
Te: Virtualidad... y lo leí. Trataba de la Esencia de la Ceremonia y se narraba la historia de un matrimonio occidental, quienes llegan a Japón invitados por un amigo que residía en Kyoto. 

Ya en la Ciudad de los Jardines, los Templos Zen y las Geishas, el amigo les invita a presenciar una Ceremonia de Te. Una vez dentro del recinto, sale una joven bellísima que les sirve el Té, de tal forma, que la pareja queda hondamente impresionada, por la Armoní­a que desprendí­a la joven en cada gesto y movimiento... 

Pasa un tiempo y la pareja de occidentales siguen impresionados por tal Perfección... Entonces el amigo japonés les dice que la joven es solo una principiante, que el Maestro les sirvió después, con tal Perfección, que les pasó absolutamente desapercibido... Cerré el Libro y, entonces, ¡Lo recordé todo!... Recordé a la Maestra del Vací­o, sus Cuatro Escenas, y el toque Maestro de Dominio del Shunyata al final... 

¡Qué Regalo! La Historia del Libro se quedaba corta ante la destreza de esta Maestra, pues Esta habí­a hecho el papel de Aprendiz, me habí­a impresionado muy intensamente en Tres Escenas posteriores para, a continuación, desaparecer plenamente de mi Consciencia sin dejar huella... 

Esto iba mucho más allá de lo realizado por el Maestro aquel de Kyoto quien, aprovechando el impacto que la Principiante habí­a causado en la pareja, El les habí­a servido posteriormente pasando desapercibido...

Abrí­ de nuevo el Libro, pero no encontré el Capí­tulo. Miré el I­ndice: Pero 
Te: VirtualidadꞋ no aparecí­a. Revisé el Libro durante una hora, más o menos, y ¡Nada!... lo que sí pude comprobar fué que el Texto invisible que habí­a visto tení­a el mismo tipo de Letra, incluso la Letra del Tí­tulo era igual.... 

¡Había leí­do un Capítulo invisible, inexistente! Una amiga compró ese mismo ejemplar, el único que quedaba en esa Librerí­a, lo leí­ entero y me decepcionó. Efectivamente el Capí­tulo no estaba. Le dediqué el Libro a esa amiga, con el Capí­tulo invisible incluido...

Días después me llegó una carta que Shigueru me había enviado con una foto hecha aquel dí­a y... ¡La Maestra aparentaba unos 56 años, o quizás más, y no era nada atractiva... ¡Qué Maestr­a! ¿Cómo pudo realizar la Primera Escena mostrando tanta Belleza y Juventud? ¿Y el toque Maestro final desapareciendo de mi mente, después de haberme impactado tanto sensorialmente durante varias horas?


Varios años después encontré la misma Historia del Capí­tulo inexistente, que ví­ proyectado en la obra de Okakura, en un Libro de Antonio Blay Fontcuberta titulado Los Yogas, de Editorial Cedel. La historia es contada por Blay en el Capí­tulo dedicado al Zen y, evidentemente, el Tí­tulo no era 
Te: Virtualidad ni el tipo de Letra era el mismo. 

La Historia era más light que la del Capítulo invisible, pues en ella el amigo japonés sólo señalaba la posibilidad de que un verdadero Maestro les hubiera servido sin dejar rastro en la Consciencia.

El Mensaje: Veamos ahora el Mensaje que nos da esta Maestra. Ella Representó las Cuatro Variedades básicas extremas de impactos que nuestra psique puede recibir en la relación humana, en cualquier tipo de ambiente social normal. 


El Mensaje que nos da con su ejemplo es el de vivir Plenamente Desapegados a los fenómenos de los Tres Mundos del esfuerzo humano en los que podamos estar inmersos... Vivir centrados en el Shunyata, sin reaccionar ni ser afectados en cualquier tipo de ambiente social. Con su ejemplo nos Enseña la Maestría que se ejerce desde la Vacuidad sobre los Tres Mundos del esfuerzo humano -fí­sico, emocional y mental. 

Te: Virtualidad nos enseña que toda Ceremonia o Ritual es solo un medio -Virtual- de hacer consciente a nuestro Inconsciente, adentrándonos en un Ritmo que nos Abre a lo Real, al Noúmeno que subyace en todo Fenómeno. 

Las Representaciones fueron escenas virtuales que ocultaron la edad, apariencia y personalidad real de la Maestra. Virtual también significa con efecto retardado... Y es evidente que el toque Maestro hizo que tuviera un efecto retardado sobre mi Consciencia!...

Solo pude recordar todo al leer aquel Capítulo etérico mostrándome la Esencia del Cha no yu. Ahora bien ¿Cual es la personalidad de Aquel o Aquella que mora en el Vací­o? Evidentemente quien mora en el Vacío puede Representar cualquier papel y actuar también como un Espejo.

Bhagawan Sri Sathya Sai Baba nos dice que la Maestrí­a en la Meditación nos puede servir para cometer un crimen perfecto... Es decir que el Dominio del Shunyata no nos da la Iluminación, es algo frí­o. Solo a través de la Devoción, el Amor y la Caridad se puede atraer la Arul, Anugraha o Divina Gracia... 


Solo entonces penetramos en el Maha-Shunyata. Por ello Daisetz Teitaro Suzuki, habiendo domesticado el Shunyata, es decir, habiendo despertado en el Nivel de la Gran Ignorancia -daisetz-, se dedicó a la práctica del Nembutsu en la Ultima Etapa de su Vida. 

El Nembutsu es la practica Devocional Budista, la Repetición del Nombre de Amida Buda, Ambita Abha o Amitayus, el Buda de la Luz Infinita. Lo que podía aparentar un retroceso en su Práctica no lo era en modo alguno. 

El Dominio de la Vacuidad se puede lograr a través del Adiestramiento Zen, Maha Mudra Tibetano o Kriya Yoga; pero la Gracia del Gran Vací­o Meta-Cósmico que es lo Absoluto, la Suprema Luz de la Gracia -Arul Perun Yoti- solo Desciende sobre un Sadhaka lleno de Devoción, Compasión, Amor y Humildad.

Hay quien siendo ignorante cree que sabe algo. Quien esto escribe sabe que es ignorante y que aún no ha despertado al nivel de la Gran Ignorancia -daisetz-... A ese estado donde el Dominio del Vací­o es una Realidad Práctica.




Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin
Portada: Pachakamakin

7.12.2008

DESDE EL CAMPO

Por Roberto Daniel León


... pero sin el campo, escuché en Radio Colonia -un medio clásico de la información alternativa en tiempos de censura de prensa,

Hoy a la derecha de Radio10- difunde declaraciones del vice presidente de la Sociedad Rural, expresando que el sector al que representa quería ser prudente, por cuanto creían haber escuchado el clamor de la sociedad.

Si entendemos que clamar es suplicar o rogar colectivamente, debemos suponer que estos señores se creen destinatarios de súplicas, ergo poderosos actores con derecho a prebendas.

Por otra parte, variadas expresiones del sector y de la propaganda ad hoc, insisten con decir que esperan del gobierno, lo que han dado en llamar un gesto de "grandeza".

Desde el punto de vista del aborígen, dice Galeano, el pintoresco es el turista. De someterse el ejecutivo a la demanda de un sector que quiere seguir siendo muy poderoso, a sabiendas que ese poder se sostiene en detrimento de aquellos que no tienen ninguno, no suena a mucha grandeza que digamos.

¿Será una forma de lisonjear al gobierno, para ver si se la cree y afloja? ¿O de verdad creerán que bajarse los lienzos frente a ellos es grandeza?

Parece que estuviera de moda la grandilocuencia, con una suerte de utilización de palabras que refieren a excelsos valores humanos, en un contexto de excremento de cerdos.

Hablan de la dignidad del trabajo, sin ponerse colorados, quienes lo retribuyen con monedas, cuando la dignidad sería justamente lo contrario: negarse a laburar por dos mangos.

Sin embargo, regresando al clamor, el tipo tiene razón: hay un sector -numeroso y clase mediático- de la sociedad, que ha sido entrenado para bajarse los lienzos frente al poder económico. Tienen vocación de cadena de ternero (decimos acá por arrastrado) y no dudan en clamar por su mísera cuota, ante los gordos amos que se regodean de su poder.

Los arrastrados nunca se solidarizan con sus pares, ni con nadie que pudiera ayudarles a construirse un taparrabos: ellos seguirán con sus pálidas nalgas al aire, ofrendadas al mercado sodomita.

Yo no. Yo no estoy…

No estoy con el campo (léase empresarios sojeros) como verán...


Diagramación & DG: Andrés Gustavo Fernández

5.22.2008

LA CONTAMINACIÓN MUNDIAL

Por Juan José Oppizzi
Sus Artículos en ADN CreadoreS



Hay sectores que alertan sobre las consecuencias que traerá para el futuro del planeta la constante polución que provoca el hombre. Desde hace unos treinta años, más o menos, nacieron organizaciones ecologistas empeñadas en luchar por la preservación del medio ambiente. Formaron partidos políticos (llamados en Europa “los verdes”) y lograron introducir en las Naciones Unidas su temario. Sus llamados no se interrumpen y, cada vez que sucede una catástrofe climática o un derrame de sustancias químicas, aprovechan para desplegar una estrategia que consiste en poner esos hechos como ejemplo de la devastación que se produce a cada minuto.


Esta labor empeñosa y no siempre entendida en su verdadero alcance benéfico derivó, entre otras cosas, en la firma de un tratado internacional que se bautizó con el nombre de la ciudad donde fue hecho: el Protocolo de Kyoto. En el texto, un numeroso grupo de naciones se comprometió a disminuir la emisión de gases tóxicos a la atmósfera, acción considerada un paso ínfimo, pero paso al fin, para amortiguar el efecto invernadero. Desde ya que varios de los principales emisores de elementos dañinos no suscribieron el pacto y no se molestaron en dar muchas explicaciones que justificaran las negativas. Una de las naciones más reacias a estampar la rúbrica fue Estados Unidos de Norteamérica, y su actitud resulta muy problemática, ya que emite a la atmósfera el treinta por ciento de las emanaciones que el mundo deja escapar. Sumado a otras naciones industrializadas que se negaron a aceptar el compromiso, el volumen de polución que seguirá estropeando el aire reduce el tratado a un gesto poco menos que inútil.

Sin embargo, hubo un aspecto muy útil en las deliberaciones, en los conciliábulos previos a la firma del tratado y en todas las reuniones que las Naciones Unidas continuaron realizando alrededor del tema: el esclarecimiento de cuáles son los verdaderos obstáculos que impiden un acuerdo unánime sobre algo que nos concierne a todos. Siempre que los miembros de organizaciones ecologistas investigaron los procesos de contaminación, se estrellaron con el muro de los grandes capitales, que no le dan importancia alguna a nada que no sea su propio crecimiento. Plantear la necesidad de freno al derrame de líquidos en ríos, de vapores nocivos, a la contaminación sonora, encuentra de parte de las empresas industriales un alerta por los posibles gastos que insumiría la colocación de mecanismos depuradores. Ni nos molestemos en imaginar la respuesta si se trata de una sugerencia más profunda, como la de repensar los sistemas productivos.

Desde la Revolución Industrial, el capitalismo funciona en base a la misma dinámica: crear objetos en series, de diferente grado y utilidad, para venderlos. Con ese fin se reencauzó la explotación de la clase obrera. La falla intrínseca del sistema se reveló a poco de andar: los millones de individuos esclavizados no podían, a su vez, acceder al consumo de los productos que velozmente fabricaban, y como la finalidad del capitalismo fue siempre el mantenimiento de una élite dominadora y el aumento de la masa proletaria, empezó a haber exceso de objetos producidos y falta de consumidores. En esa instancia, la plutocracia tuvo que aflojar algunos de sus postulados. Las convulsiones de 1848 en casi toda Europa, la Comuna de París, las revoluciones Rusa, Mejicana, China y Cubana, por mencionar algunos hechos de los siglos XIX y XX, fueron encendiendo alertas que significaron una mejora en las condiciones de los trabajadores por parte de los capitalistas; éstos se dieron cuenta de que así, amén de prevenir rebeliones, también podían obtener consumidores entre los explotados. Más tarde, el crecimiento de la tecnología le dio a los grandes propietarios del dinero y de los bienes otra ilusión: ya no tendrían que depender de la masa proletaria en los mecanismos productivos; las máquinas reemplazaron a los obreros. Sin embargo, los hombres y mujeres echados del sistema fueron componiendo un sector nuevo: los desocupados, una multitud que tampoco podía ser consumidora de nada, a pesar de que su condición la volvía muy dócil a cualquier propuesta laboral, por humillante que fuera. En la Argentina, por ejemplo, alrededor de diez millones de personas quedaron al margen de las estructuras laborales y sociales en la siniestra década de los noventa. Los pregoneros del neoliberalismo sostuvieron que eso era lo correcto y, pateando futbolísticamente la cuestión hacia delante, dijeron que los desocupados irían incorporándose poco a poco, a medida que el sistema encontrara sus inevitables reacomodamientos. El derrumbe de 2001 dejó en claro el disparate de esa filosofía. La realidad le quitó al capitalismo la validez del cómo.

Ahora, la contaminación mundial le plantea una última sentencia al capitalismo: le quita el para qué. Y esto proviene de su misma idiosincrasia. Un mundo que exhibe dudas enormes en cuanto a la supervivencia de la humanidad es un mundo que comienza a perder sentido; pero, por primera vez en la historia, comienza a perder sentido para todos. La burguesía que gobernó el planeta desde la Revolución Francesa, pudo en todo ese tiempo manejar el destino de gran parte de los habitantes del globo, condenarlos a la miseria y la muerte, sin que su futuro como clase tuviera un final visible. Ahora, una eventual catástrofe ecológica dibuja el corte cierto del camino: ya no habrá nadie libre de las consecuencias.

La actitud de los grandes centros económicos es la peor: ignorar las advertencias y ponerse en contra de las medidas preventivas. Sigue la tala de bosques, el agotamiento de las tierras por laboreo indebido, el envenenamiento de las capas freáticas por los herbicidas, el exterminio de especies animales que cumplen fines equilibrantes. Tal vez su criterio es el único que pueden tener. Una maquinaria que funciona automáticamente en procura de riquezas no conoce el margen de libertad y de imaginación como para pensar otra cosa.. Lo llamativo es que durante siglos los grandes capitalistas se jactaron de ser prácticos, de no perder el tiempo en lirismos inútiles, y en este momento demuestran ser ciegos ante una eventualidad más que previsible.

En algún momento de los años venideros, la humanidad en su conjunto se preguntará con desesperación si no será hora de modificar drásticamente los sistemas que la rigen. Ya no la conducirán a esas reflexiones los ideales filosóficos, políticos o humanísticos que sembraron en otras épocas el ansia de cambio en muchos hombres; será pura y simplemente el instinto de conservación.




Ilustración: Ernst Fucks
Diagramación & DG: Andrés Gustavo Fernández

5.18.2008

ENTREVISTA A VIRGINIA GAWEL


Por Yamila Hanashiro
Sus Artículos en ADN Omni





El Planeta Tierra comenzó un nuevo año, el 2008.

Mi segunda entrevista fue a Virginia Gawel, psicóloga con orientación Transpersonal desde hace muchos años. A continuación, su biografía:

Licenciada en Psicología (Universidad John F. Kennedy), ejerce la práctica clínica bajo este encuadre desde 1984, tanto a nivel individual como grupal. Se formó en este paradigma incursionando en la Psicología de diferentes Tradiciones de Sabiduría (Budismo, Sufismo, Chamanismo, Taoísmo, Misticismo Cristiano, etc.) y con difusores contemporáneos del enfoque Transpersonal en distintos centros de entrenamiento (particularmente en Esalen, California). Se especializó en técnicas de acceso directo al Inconsciente (Sofrosis, Visualización Terapéutica, P.N.L., Ensueño Dirigido, Hiperventilación, y otras), en Psicología Junguiana y en Técnicas Integrales para la Interpretación de Sueños. Ejerce la docencia sobre estos temas desde 1986.
Junto con su esposo, Eduardo Sosa, ha desarrollado un sistema de enseñanza para el aprendizaje desde la sensibilidad a través de medios virtuales (Feel e-learning), mediante el cual despliegan un Programa de Formación y Entrenamiento en Psicología Transpersonal con alumnos en todo el mundo hispanohablante. Actualmente está investigando y escribiendo sobre la Poesía como instrumento terapéutico y como herramienta para la ampliación de la conciencia, en base al enfoque Humanístico-Transpersonal. También ejerce la docencia sobre la Integración de Técnicas de Oriente y de Occidente para el Acceso Directo al Inconsciente. Es fundadora y Co-Directora del Centro Transpersonal de Buenos Aires http://www.centrotranspersonal.com.ar/

Verano caluroso, mucho más que el año pasado. A la una de la tarde del 4 de enero toqué el timbre del Centro Transpersonal.

En el primer piso me esperaba Virginia. Su vestimenta me hizo acordar a Oriente.

Cabe destacar que esta entrevista tuvo un ritmo diferente a la anterior (mucho más rápida, ya que estábamos entre horarios de sus pacientes. Apenas finalizamos, un señor la estaba esperando en planta baja); también la encaminé de otra forma por el hecho de que la Psicología Transpersonal implica por sobre todas las cosas la comunicación fluida entre el paciente y el terapeuta

Y así fue como entre las dos fuimos organizando este trabajo.

¿Qué es exactamente la Psicología Transpersonal?

En sí es un enfoque específico de la Psicología que nace en la década del 60, cuando a nivel histórico lo que empieza a suceder es que las Filosofías y Técnicas de Oriente (particularmente el Budismo Tibetano) empiezan a abrirse a Occidente por distintas razones; incluída la invasión China al Tibet en el año 59. Junto con ello, el Taoísmo, la Vedanta, el Zen... echan raíces fuertes en Estados Unidos y se mezclan un poco con todo el movimiento Flower 
Power de los hippies y demás, tomando un camino ecologista, espiritual, a veces superficial. Pero paralelamente esto despierta el interés de terapeutas, filósofos y científicos de Occidente, por lo cual se fue conformando un cuerpo de conceptos y de prácticas académico y serio, procurando que esas antiguas enseñanzas de Oriente se pudieran amalgamar con la Psicología de Occidente. Entonces va naciendo una Psicología más humanista; así se va llamando al principio. Desde ese enfoque, cuando el terapeuta observa al paciente no lo ve en términos de enfermedad, sino particularmente detectando qué es lo que tiene de sano esa persona, cómo hacerla florecer, qué recursos internos podría desplegar; es decir que tiene una mirada no patologizante. A partir de esta instancia se empieza a trabajar con individuos, con grupos, aplicando antiguas técnicas para abordar el mundo interno más allá del mero analizar y pensar… También se empieza a trabajar con visualización, con meditación, con técnicas psico-corporales tan antiguas como el Tai-chi, por ejemplo, con las que vivenciar el cuerpo más allá de la cabeza que Occidente siempre ha tenido. Es decir, entrar a la Psicología a través de la sensibilidad y desde una mirada que tienda al desarrollo, no a la resolución de lo que funciona mal, simplemente. Ahí entonces surge todo un movimiento que empieza a infiltrarse en los consultorios psicológicos y en las aulas de las Universidades, y que va tomando forma más definida a lo largo de las siguientes décadas. 

¿Cómo y cuándo surgió la idea de tener un Centro Transpersonal?

En nuestro país, lo que nosotros hacemos en el Centro Transpersonal empieza a esbozarse en los años 80 y se constituye como tal en 1994. Su propósito es poder brindar a quienes quieran tener otra mirada de la Psicología (una formación que las universidades actuales aún no brindan: recién ahora en los claustros se está hablando de Psicología Transpersonal en nuestro país y en Sudamérica. Desde hace cinco años empezamos a trabajar ejerciendo la docencia a través de Internet, desplegando un Programa de Formación y Entrenamiento en Psicología Transpersonal con gente de habla hispana de todo el mundo. Y fue sucediendo que, como Buenos Aires es una capital cultural muy importante, donde hay congresos de psicología kleiniana, psicoanálisis, sistémica... la Psicología Transpersonal fue tomando un lugar pionero aquí. Entonces sucede que cuando profesionales de distintos países que se quieren formar en el paradigma Transpersonal, acude a este espacio nuestro que hace tantos años se dedica a ello. Entonces tenemos como alumnos a Psicólogos, Picopedagogos, Terapeutas Corporales, Counselors... y también personas que no trabajan en situaciones humanísticas pero que buscan estas herramientas como medio de autoconocimiento, desde cualquier parte del mundo. También viajamos a dar conferencias, seminarios; formamos parte de una Red Latinoamericana y actualmente también Hispanoamericana con un grupo que se llama Oxigeme, que lo que busca es perfilar una Psicología Transpersonal que sea independiente de la visión de Estados Unidos, dado que hablamos otro idioma, tenemos otros problemas y tenemos otras soluciones, también. Entonces, se trabaja para darle forma a una Psicología Transpersonal que tenga como foco sus propias problemáticas y que quizás aplique estos recursos de un modo distinto a como los puede aplicar alguien que tiene una vida más simplificada en California. La Psicología Transpersonal que se fue enraizando en los problemas de Sudamérica se irradia también hacia los sectores que menos pueden; hacia el trabajo con comunidades en dificultades, zonas de catástrofes... En estos momentos, por ejemplo, tenemos varios alumnos desde el Perú que están trabajando con todo lo que fue el terremoto de meses pasados: ellos allá están ayudando a gente que está en situación límite; nosotros desde aquí proveemos herramientas de trabajo. De modo que de alguna manera lo que es Internet produjo un efecto muy especial que es el de interrelacionar con personas que tienen mucha afinidad entre sí, y que no encajan exactamente en los ámbitos comunes de la Psicología, que buscan trabajar con los pacientes de una manera más cálida, más afectuosa, con un contacto cercano entre paciente y terapeuta.

Cómo se aplican las técnicas de Oriente en el proceso de autoconocimiento de una persona occidental de hoy?

Antiguas herramientas para el trabajo sobre sí que han aplicado monjes del Budismo Tibetano, del Taoísmo, del Zen... para trabajar sobre sus emociones, sobre su cuerpo, su mente... hoy pueden aplicarse de modo laico, integrándolas con los conocimientos de Occidente. Una Psicología muchísimo más antigua que Freud! Con estas herramientas podemos trabajar con nuestros vínculos, con nuestros afectos, con nuestro cuerpo, con nuestra sensibilidad, con nuestras perturbaciones del pasado... técnicas que se utilizan ya desde hace siglos con gran eficacia. Y no hace falta ser un monje para eso!

¿Cómo es el vínculo terapeuta-paciente desde el enfoque transpersonal?

Cuando digo terapeuta estoy englobando a un profesional que esté formado en cualquier disciplina. Podría ser un Psicopedagogo, podría ser un Counselor (consultor psicológico), podría ser… En este momento hay Couchs, hay Psicólogos de distintas ramas, hasta podría ser alguien que trabaja con el cuerpo: Terapeuta Corporal, Terapeuta Ocupacional…


¿Cómo se enfoca el vínculo terapeuta-paciente desde esta Psicología Humanista Transpersonal, que sería el nombre completo?


De un modo muy diferente de cómo lo hace, por ejemplo, el Psicoanálisis. En la mayoría de las escuelas que se enseñan en la universidad lo que se dice es que entre el terapeuta y el paciente debe haber una distancia importante. El terapeuta es un anónimo para el paciente, de modo que yo como terapeuta te conozco, pero vos a mí no, y si vos me preguntás “¿Virginia estás casada?”, yo te podría contestar bajo la línea de esas escuelas: “¿Ud. qué se imagina?”, “¿A Ud. qué le parece?” En algunas escuelas hasta más rígidas, -yo lo he vivido como paciente hace muchísimos años-, si vos tenrminás tu sesión de terapia en un séptimo piso y el terapeuta te acompaña hasta la salida, durante los siete pisos que se bajan por ascensor no se habla con el paciente porque hay una distancia en donde la sesión terminó... y ya está! Desde la Psicología Transpersonal se ve esta manera de vincularse con el paciente como algo inhumano, muchas veces enfermante más que terapéutica. Necesitamos crear primero una sanidad vincular entre el paciente y el terapeuta: es un vínculo donde debe florecer el afecto, donde tenemos que aprender el uno del otro; yo como terapeuta a contar cosas y si te sirven a vos en los problemas que vos tenés… Si vos tenés un duelo porque has sido engañada por tu pareja y estás sufriendo y yo lo viví, que vos sepas que yo TAMBIÉN lo viví, cómo lo resolví... porque a vos te puede ayudar muchísimo. Y que yo te diga: “Mirá yo elegí no tener hijos porque realmente me siento más cómoda y me encanta esta elección que hice”; a vos te puede servir. Que yo te pueda decir: Mirá hoy estoy triste porque mi padre está muy enfermo; y vos lo sepas, a vos te sirve como paciente porque sabés ante quién estás de modo que el vínculo no es unilateral. 


El vínculo es de otra manera. Entonces si vos estás llorando porque estás viendo algo muy fuerte y muy sincero y termina la sesión y nace la necesidad de abrazarnos, y te doy un abrazo, te digo “Tené paciencia que vas a salir”... está perfecto! Porque es un vínculo humano. Si vos contás algo que a mí me alegra y me emociona y se me caen las lágrimas, está muy bien que así sea. Si, en cambio, yo como terapeuta tengo que respirar hondo y retener toda esa emoción para poner cara de que nada me pasa... estoy en problemas! Si vos tenés que contarme algo y estoy a espaldas tuyo y vos querés saber a quién le contás eso y no recibís una palabra cuando te vas, estamos en problemas. Entonces en esta Psicología la relación terapeuta-paciente es un modelo vincular donde el relacionarnos entre nosotros te sirve para después relacionarte con tu pareja, con tu papá o tus alumnos, o con tus propios pacientes si los tuvieras. Y eso es muy importante. Es un vínculo donde los dos aprenden. Vos aprendés de cosas que yo tengo como herramientas para transmitirte y yo aprendo de vos porque vos sos diferente, tenés cosas para enseñarme a mí de cómo vos te enfocas en la vida. No importa que vos tengas 21 años. Vos sos diferente a todos, y escucharte es escuchar un mundo que yo nunca escuché.

Es como un intercambio…

Es un intercambio en donde el terapeuta no está en el lugar de “yo sé” porque “estoy sana” y soy terapeuta y vos sos paciente, estás mal y venis a consultarme. Entonces hay una apertura mutua y yo puedo expresarte lo que yo siento con lo que vos me comentás. Te expreso mi sentir, hay un diálogo de ida y de vuelta donde vale que yo te diga como terapeuta: “Realmente me siento confundida, disculpame, no sé qué decirte. Procesémoslo juntas y la semana que viene lo vemos. No lo tengo claro en este momento.” Y puede ser que a la semana siguiente vos cierres los ojos y yo también y hagamos un ejercicio de meditación y de visualización con alguna técnica que nos permita entrar en tu problema desde un lugar que no sea pensar solamente. Y yo voy a cerrar los ojos y voy a tratar de sentir lo que vos sentis, mientras vos me lo vas relatando, para poder sintonizarme con lo que a vos te pasa en el rato que compartimos juntas. Esto lo hablo en primera persona pero digamos que estoy englobando en forma general más o menos cómo es un vínculo terapeuta-paciente en este modelo de la Psicología. Es muy común que vengan a formarse personas que son muy jovencitas y están por recibirse y han escuchado de esto y les interesa, pero también personas que ya tienen muchos años de trabajar en terapia y están hartas de ser un mueble junto al paciente, de estar mirándolos todo el tiempo para ver si tienen o no el Edipo superado, en términos que realmente la vida verdadera, y no meras teorías. Entonces se dan cuenta que hay veces que necesitan tomarle la mano al paciente, o contar algo propio... pero el encuadre no lo permite! Entonces, están buscando otro encuadre... pero no saben cuál. Cuando encuentran este enfoque se dan cuenta de que ellos son así, siempre lo fueron, pero no se lo permitían. Así empiezan a relacionarse de ese modo más espontáneo con otras herramientas, y a trabajar sobre sí mismos desde otra visión. Profesionales que tienen 40, 50 años, 10 o más años de profesión, que al cambiar el paradigma, ven desde dónde miraban al paciente y utilizan herramientas que no son solamente las palabras.

Como que están buscando otras respuestas…

Otras respuestas y otra manera de arribar a esas respuestas.

¿Cuál es la noción de inconsciente que describe este paradigma?

El modelo de Inconsciente en el que se apoya la Psicología Transpersonal es muy distinto del psicoanalítico. La Psicología más ortodoxa entiende al Inconsciente como un reservorio de cosas no resueltas; aún a nivel popular se dice “Me traicionó mi Inconsciente”. “Me traicionó” porque uno lo concibe como una entidad donde anidan conflictos, mandatos, complejos... un paquete de aspectos tenebrosos de sí mismo, un ámbito oscuro. El modelo de inconsciente que toma la Psicología Tanspersonal es muy diferente porque tiene en cuenta el Inconsciente que describe la Psicología del Yoga, la del Budismo... otra noción de Inconsciente. Podemos concebirlo como algo que se graficaría con distintas capas (como si fuera un corte sagital del suelo): arriba estaría la conciencia, lo más superficial. En un proceso terapéutico hay que penetrar el suelo hacia las capas más profundas, que serían los distintos estratos del Inconsciente. La primer capa estaría conformada por esos problemas no resueltos. Allí hay piedritas y semillas no muy deseables que han sido sembradas y había que sacar. Pero debajo de esa capa hay un Inconsciente más profundo cuyo núcleo es tu esencia, tu ser, tu Sí Mismo (como diría Jung). Aquello que vos eras antes de nacer: tu espíritu. Eso más esencial tuyo quedó tapado por los condicionamientos. Ese núcleo de tu Inconsciente que fue reprimido: no solo reprimiste tus broncas, tus dolores, sino que también has reprimido tu real naturaleza. El trabajo que propone la Psicología Transpersonal, que estamos llamados a hacer es des-reprimir eso, porque ahí está nuestra real identidad. Tu identidad no es lo que vos aprendiste, tu identidad es lo que vos sos en esencia. 



Entonces el trabajo de un adulto va a ser el de empezar a desacondicionarse, permitiendo con ello que el núcleo del Inconsciente sea el que dirija ese proceso. En nuestro Inconsciente, más allá de que pueda haber traumas, conflictos y demás, mora una inteligencia que le es propia: una inteligencia que busca expresarse, que busca guiar nuestra vida y con la que necesitamos aprender a contactarnos, porque ahí está la verdadera vocación, ahí está el Sentido de para qué vos vivís. Ahí está lo que vos sos más allá de lo que los demás esperan que seas. Y eso sucede en general más marcadamente hacia la mitad de la vida, cuando la persona se da cuenta que, habiendo armado su vida básicamente desde sus condicionamientos, hay algo que no funciona: una profunda insatisfacción. Entonces empieza a trabajar para poder contactar con eso más profundo, que intuye dentro de sí. La Psicología Transpersonal ofrece para ese trabajo técnicas concretas y eficaces que permiten que ese contacto vaya aconteciendo poco a poco a, través de meditación, de visualización, de prácticas del Sufismo, del Taoísmo, del Budismo... Entonces eso permite que la persona pueda tener dos impulsos terapéuticos: uno es, con el terapeuta, el ir extrayendo y viendo los conflictos, los traumas (por decirlo así, en el esquema anterior, yendo desde la superficie hacia lo profundo). Y el otro es contactándose con esa fuerza primordial, que, en su necesidad de expresarse, presiona de adentro hacia afuera. Es como un niño que puja por nacer y, si uno le ayuda, eso empieza a manifestarse. Desde allí son distintas tus elecciones de vida: la pareja, la vocación. Probablemente hay cambios muy importantes en el cual la persona se libera de lo que no es ella.

Ahh, por eso hay tantos problemas de pareja…

Sí en general la primera década de los 20 a los 30 años la elección de pareja que hacemos, rara vez depende de lo que realmente somos. Y creo que tiene que ver más con motivaciones de lo colectivo, mandatos de la familia, mandatos culturales del grupo en el que la persona está. Instinto. Vos mirás una película, cualquiera que sea, vas a ver que a los 15 minutos de conocerse uno le dice al otro: “Yo te amo” y si no es a los 15 minutos, es a los 15 días. Eso es un absurdo. El amor es una concepción que lleva mucho trabajo, lo otro es “nos atraemos”, “nos gustamos” o, en el mejor de los casos, “nos queremos” . Es algo superficial, instintivo en general, hormonal; a veces hay algo esencial, pero realmente el poder decir te amo requiere de tiempo y trabajo en un vínculo. Hay todo un modelo de trabajo con la pareja, que es propio de este enfoque y que tiene que ver con las mecanicidades que se dan en pareja, la dificultad de construir un vínculo entre personas que son complejas, y que tienen una visión más profunda de la vida.

¿Qué es el Feel e -learning y cómo surge?

Después de dar muchísimas conferencias (son más de mil) durante muchos años; también hemos brindado el espacio para que se realicen exposiciones de arte, conciertos, talleres de todo tipo y que vinieran también representantes de distintas líneas de conocimiento. Ha venido un Sheik sufi, un discípulo del Dalai Lama a dar conferencias... un budista holandés a dar conferencias, otros representantes del yoga, o de distintas vertientes porque la Psicología Transpersonal... Después de muchos años de compartir esto en grupos presenciales, frente a frente, hace cinco años con Eduardo, mi esposo, a él se le ocurrió que podríamos, teniendo en cuenta el auge de Internet, ver la posibilidad de transformar estas enseñanzas en un formato que pudiera ser transmitido a través de Internet. Los dos tenemos mucha afinidad de formación a pesar de que nos encontramos ya adultos en la vida y con tanta afinidad fue natural que le diéramos potencia a este proyecto del Centro que estaba ya siendo todo un emprendimiento a nivel presencial y él puso el condimento de hacerlo a nivel internacional. 
El problema que se nos planteó fue, puesto que esta Psicología es tan vivencial y tan ligada a lo que uno siente, vinculada a que los grupos de personas se comuniquen entre sí... ¿cómo hacer para que eso no se pierda a través de una máquina que parece tan fría? Entonces ideamos un sistema de enseñanza y le llamamos Feel e-learning, porque e-learning es el aprendizaje a través de medios virtuales, y Feel porque la idea es que la persona no pierda de vista su sensibilidad en ese proceso de aprendizaje. Entonces lo que hacemos es trabajar con grupos de todo el mundo, todos interconectados: en general son 10, 12 países por curso de 40, 50. Y los del hemisferio norte están con su invierno y otros están con mucho calor frente a nuestras playas y para otro son las tres de la mañana y están en España, pero se han conectado igual... Todos con realidades tan diferentes, y a la vez con tanto mundo interno en común, todos realizando las mismas prácticas a la vez... Y cada uno participa de esa experiencia de aprendizaje. Ahora… Lo que transcurre en el intercambio grupal es muy intenso porque lo que hacemos son ejercicios grupales y participar con la problemática que cada uno quiera plantear. Muchos dicen unánimemente: “Termino con el teclado mojado porque lloro frente al monitor, conmovido por lo que está pasando”. El trabajo es que cada concepto, mediante el intercambio grupal y la práctica individual, se convierta en una vivencia. Además de los encuentros, los alumnos tienen mucho material didáctico para estudiar, muchos ejercicios para la vida cotidiana. Por ejemplo trabajamos con el concepto de Sombra (aquello que uno no alcanza a ver de sí mismo, y que tiende a proyectar en los demás). Uno se entrena para aprender a descubrirlo, mediante ejercicios concretos. Entonces vos sabés que todos tus compañeros, cada uno en su ciudad y su país durante toda esta semana va a estar practicando el mismo ejercicio, y vos vas a hacer tu esfuerzo desde donde vos estás, con tu pareja, con tu familia, en tu trabajo, en el subte, donde sea. Y durante la semana lo que vos vayas observando lo vas volcando en un foro donde podés ingresar en cualquier día y horario. Entonces una vez por semana hay un foro donde cada uno va volcando lo que vio con el ejercicio, de modo que los conceptos no quedan en la cabeza solamente, sino que la persona que cursa un seminario sí o sí se va transformando: la que empezó no es la misma que terminó, nunca. Con la lectura del material, con la participación con los compañeros, con la implementación de un puente a través de la sensibilidad, porque hay ideas que se comprenden mejor con el hemisferio derecho. Esto son las imágenes, las metáforas. Para nosotros es muy importante la aplicación de cuentos, de poesías, de mitos, de frases que te acompañen durante esa semana. No importa si a vos habitualmente te gusta o no la poesía, porque hacemos una selección de textos que difícilmente no puedan gustarle a alguien. Entonces, pasar por todo ese proceso del programa de un seminario inevitablemente te conduce a vos que trabajes con lo que a vos te está pasando en tu vida. Cada uno de los seminarios se enfoca en un conjunto de ejercicios y de ideas. Por ejemplo, hay un seminario que es para trabajar sobre las emociones, en el que se trabaja con el enojo, el dolor, el miedo. Otro de los Seminarios es para aprender a recordar e interpretar los propios sueños a partir de este enfoque, y trabajamos con los sueños de los mismos participantes, asimilando también los conceptos del Inconsciente de los que antes te hablaba. Y para los que son terapeutas luego eso lo aplican con pacientes. Y quienes no lo son pueden cursar igual, que es lo que vos me preguntabas, y lo van a aplicar ya no con pacientes sino en sus propias vidas. 

¿Y para estudiar la carrera de Psicología Transpersonal?

En realidad no se trata de una carrera, sino una especialización: para poder trabajar con pacientes es necesario un título habilitante previo, tener un respaldo formal: puede ser Psicólogo, Counselor, Terapeuta Ocupacional, Terapeuta Corporal... Hecha esa formación, uno se especializa en esta escuela. Entonces vos si sos Counselor, por ejemplo, podés ser un Counselor con orientación Transpersonal y trabajar desde ese paradigma. Hay lugares en donde dan títulos de Técnico en Psicología Transpersonal, Terapeuta Transpersonal; todo eso es indecente, una visión muy comercial. Yo no me haría atender por un “terapeuta transpersonal” que no tenga una formación estricta en Psicopatología en una Universidad. Trabajar con un paciente es muy difícil, es serio, es riesgoso. La persona debe tener una formación extremadamente sólida, porque un terapeuta puede dañar mucho si no está bien formado. Entonces, largar al mundo “terapeutas transpersonales” sólo con estudios secundarios y esas pocas materias que se puedan ver. Sería algo así como ser cirujano sin ser médico. Si, en cambio, sos instructor de Yoga y tomás una formación transpersonal, seguirás dando clases de yoga, no pondrás un consultorio, pero el modo en que vas a dar la clase va a ser mucho más completo y profundo.

Muchas veces sucede al revés. Hay gente que presenta esa sed de comprender este tipo de temática e investiga primero este paradigma, no va a estar habilitado para ejercer nada. Como te decía es un proceso de autoconocimiento, pero a partir de ahí se da cuenta de qué es lo que quiere hacer, qué es lo que quiere estudiar. Tenemos en este momento una alumna de España que hizo todos nuestros seminarios, cada año vamos agregando nuevos seminarios. Ahora se decidió a formarse como Arte-terapeuta: va a venir a estudiar a Buenos Aires, o podrá hacerlo en otro país. Entonces: son bienvenidos estudiantes, son bienvenidos quienes no tengan una profesión y quieran aplicar estos conocimientos al trabajo sobre sí, y son bienvenidos quienes tienen una profesión de grado.

En el sitio de Ustedes hay un espacio donde desarrollan algo específico, que titularon “¿Qué NO es la Psicología Transpersonal?”. Podrías hablarme de eso?

Sí: en este momento hay toda una corriente que toma el nombre de “transpersonal”, pero no tiene nada que ver con la verdadera Psicología Transpersonal: se trata, en cambio, de un movimiento que se apoya en lo que lo se llama pensamiento mágico ¿Qué significa esto? Vos vas a encontrar muchos lugares donde dice: tarot, alquimia, canalización angélica... psicología transpersonal. Todo eso no tiene que ver con la psicología transpersonal, absolutamente no. En verdad cuando en psicoterapia muchas veces tenemos que ayudar a los pacientes a reparar el daño que esas cosas producen.

Y también estamos en problemas respecto de técnicas que son valiosas, pero que dadas prematuramente son muy peligrosas. Por ejemplo, hay técnicas en Oriente para abrir centros de energía. Pero esos ejercicios en un monasterio se dan a alguien que ya tiene muchos años de trabajo sobre sí, y con estricta supervisión de un maestro, personalizada. Entonces, si uno da esos ejercicios prematuramente a una persona que no está preparada, hasta puede generar psicopatologías severas, le puede producir un daño muy serio psicológicamente. Hay una moda de “turismo espiritual”: “probar” distintas técnicas para “ampliar la conciencia”. Pero si yo hago algo para ampliar la consciencia en un nivel que no está en mi condición hoy, puedo provocarme mucho daño. Entonces eso también es parte de una formación sensata saber qué instrumentos utilizar y cuáles no; ayudar al terapeuta a que no confunda y no dañe al paciente, y si el paciente viene dañado por alguien que hizo inescrupulosamente eso con él, volver a colocarlo donde estaba antes de eso, porque muchas veces viene gente dañada desde ese lugar, pensando que eso era Psicología Transpersonal bien aplicada. Realmente hay que depurar todo eso, hay una Psicología Transpersonal que es fascinante y que es seria y que hay que aplicarla primero sobre sí mismo; curarse del pensamiento mágico es parte esencial en ese proceso.

Bueno, Yamila, me sentí muy cómoda contigo. Gracias por estar hoy aquí.

Me da un abrazo. Apago el grabadorcito y el botón de la cámara da como fotografía al retrato de Virginia situado casi al principio de esta historia. 





NOTAS

¿Qué es y qué no es psicología transpersonal?

La Psicología Transpersonal, al enmarcarse dentro de un paradigma emergente, tiene por cualidad notable la de ser abierta, incluyendo distintos conceptos y teorías derivados de muy diversas corrientes de investigación sobre los fenómenos de la Conciencia y de su manifestación evolutiva en lo individual y en lo sociocultural.

Esta apertura tan abarcativa hace que cuando se habla del encuadre Transpersonal muchas veces se esté aludiendo a miradas que divergen marcadamente entre sí, aunque todas subrayen en sus pilares ideológicos la importancia de lo Trascendente. En este tiempo que nos toca vivir, la palabra “espiritual” está siendo referida a asuntos de tan distinta naturaleza que terminan mezclándose conceptos muy disímiles entre sí como si pertenecieran a la misma categoría: se confunde la Psiquiatría de lo Sagrado con las sanaciones mágicas, la Filosofía Perenne con las mancias y las supersticiones. Una abigarrada combinación de factores que dan todos en llamarse “espirituales", pero que guardan en esencia menor relación entre sí que lo que el ojo inexperto pueda avisorar. Es por ello que aún personas con un nivel evolutivo que les permitiría captar el fundamento del paradigma emergente, descartan estas nociones al encontrar esta confusa mezcla de asuntos que en verdad no pertenecen a la misma categoría de realidad. La confusión es tal que muchos autores (como el mismo Ken Wilber) están denegando su pertenencia al movimiento Transpersonal para redenominar su enfoque bajo el nombre de “Psicología Integral” (lo cual parece ser una solución atinada y criteriosa).

Por eso nos resulta importante, dentro de esta tan variada gama de autores e instituciones que se definen como adscriptas a lo Trans-personal, declarar con cuáles de ellos concordamos y con cuáles estamos en divergencia de criterios. En este sentido, entonces, podemos formular nuestra coincidencia con:

Quienes proponen un constante acrecentamiento de la conciencia basado en la no exclusión del trabajo psicológico, pues una espiritualidad sana requiere como antesala, según nuestro criterio, de un psiquismo cuyas pautas neuróticas se hayan saneado y despejado. Es frecuente que en nombre de la espiritualidad se saltee el trabajo con las dificultades psicológicas, sustituyéndolo por una supuesta trascendencia de lo que en realidad no está resuelto, lo cual en realidad tenderá a dificultar el verdadero despliegue interno del individuo. Trascendencia de lo egoico es algo bien distinto de evitación de lo egoico.

Quienes señalan el camino hacia la Trascendencia sin imposiciones de dogmas, rangos de poder, rituales de pertenencia, o cualquier otro artilugio que, bajo pretexto de iniciación en la espiritualidad, incline al individuo hacia la sectarización y la anulación de la propia voluntad de decisión.

Quienes estimulen y transiten caminos de conocimiento a través de metodologías que no cancelen la capacidad consciente para discernir el valor exacto de la propia experiencia; en ese sentido, elegimos como aproximación a lo Transpersonal la no utilización de sustancias, enteógenas ni de ninguna otra índole, sino lisa y llanamente el trabajo sobre sí mismo según las leyes de la naturaleza interna, sin supuestos catalizadores externos.

Quienes acuerden con diferenciar entre lo pre-personal y lo trans-personal, distinguiendo desde el sentido común aquellas aproximaciones que prioricen lo mágico, lo supersticioso, lo que pertenece a nuestros aspectos más arcaicos, pero que, al tenérselo como base de la búsqueda espiritual, confunde la ampliación de la conciencia con estados en que la fantasía y la realidad quedan desdibujadas entre sí. Lo pre-personal (como lo denomina Ken Wilber) puede en todo caso participar de la llamada inicial hacia el Misterio. Pero el Camino de Conocimiento requiere retirar toda dependencia hacia lo mágico y sus supuestas energías, para concentrarla en el desarrollo de un Yo sano que pueda hacerse cargo de su potencial y desplegarlo más allá del ego. Lo genuinamente trans-racional no debe confundirse con lo pre-racional, propio de nuestros estadíos infantiles.

En este sentido, no nos reconocemos adscriptos a lo que da en llamarse el Movimiento de la Nueva Era o New Age, cuyas pautas de aproximación a la espiritualidad, en nuestro criterio, suelen adolecer de falta de profundidad, cierto facilismo propio de la fast spirituality, en el cual se confunden estados transitorios con procesos acabados. La Nueva Era busca promover el crecimiento interno, pero su mirada invariablemente está teñida de una mítica pre-personal que muchas veces es solamente un sustituto del verdadero trabajo sobre sí mismo.

Fuente: http://www.centrotranspersonal.com.ar/index2.php?ir=/quepsico.php

Durante la tarde del 28 de enero recibo la entrevista corregida por Virginia. A decir verdad no estuve muy inspirada y por ello hoy, un día después les presento este final.

Se me viene a la mente el sincrodestino del que habla Deepak Chopra; así como todas las coincidencias que surgen en esta vida (mucha gente me habla del budismo, vegetarianismo, yoga…) La verdad es que cada día descubro algo nuevo y me sorprendo más. Es como si Nuestro Dios del Universo hace todo lo posible por juntar, y por qué no desarmar, también…

Creo que es cuestión de explorar la vida, sin miedos ni barreras. Sólo eso les puedo decir, además de que la psicología me encanta por el hecho de que si está bien aplicada es la mejor sanación que un ser humano puede recibir: la sanación mental. Después, todo lo demás llega sólo. Por experiencia propia si creen que necesitan ir a terapia no dejen de hacerlo. Pero ojo que hay terapias y terapias, como nos previene Virginia. 






5.12.2008

COPROFAGIA

Por Roberto Daniel León


Darse el gusto es una decisión respetable y hasta admirable, en el ámbito de la vida privada, donde el protagonista es el único afectado. Cada quien puede decidir si deja de comer para adquirir un plasma o si vende el televisor para poder comprar un reproductor de discos de video. No obstante, cuando la decisión involucra a muchos, es justo que se recurra al consenso y se consideren los valores y las necesidades de los otros. 

En este sistema socio político, donde los golpes de efecto son recursos para la consolidación de un poder que no contempla estas condiciones, y que tiene como fin evidente la satisfacción personal, es frecuente encontrar que con la excusa de pertenecer a la “modernidad” se anuncien vuelos a la estratosfera, o se concreten proyectos de construcción de un “tren bala”, cuando millones tienen sus necesidades básicas insatisfechas, cuando el transporte público es lamentable y costoso y las rutas abarrotadas de tránsito son escenario frecuente de tragedias horrorosas. Estas opciones solo son posibles cuando el otro y el Otro han perdido valor en nuestra concepción ética y lo son también con el concurso y la complicidad de muchos, incluidos las víctimas.

No se trata solo de suponer que con el costo del “tren bala” podría alcanzar para reactivar mas de una línea ferroviaria con sus consecuentes beneficios, sino que mas allá de esto yace uno de los nefastos conceptos del capitalismo conocido como neoliberalismo: toda crisis es una oportunidad de negocios, al cual refiere con admirable agudeza la periodista canadiense Naomi Klein. Esta sentencia que con circunspecto aire de sabiduría esgrimen los ejecutivos modernos y muchos pobres aspirantes a tan alto honor, es uno de los tantos eufemismos con que la cultura de la apariencia (packaging) presenta una vieja actitud de desprecio a las personas, a la solidaridad y a la construcción en conjunto. Tiene como resultado la injusticia social, el agrandamiento de la brecha entre ricos y pobres, la violencia y la agresión mutua, siempre entre los damnificados. Es decir, pobres contra pobres.

Toda crisis es una oportunidad de negocios significa, en buen romance, aprovecharse de las necesidades de los demás. No está instalada solamente en los altos círculos del poder económico, sino que se plasma en la calle, en el hombre común. Cuando escuchamos “…encontré a uno que quiere vender su lavadora automática en cien pesos, pero está ahorcado; seguro que si le ofrecés cincuenta te la vende igual” estamos en presencia de toda crisis es una oportunidad de negocios.

En esta modalidad de ejecución, lo que se ejecuta en realidad es toda posibilidad de desarrollo humano, aunque haya ministerios que ostenten este nombre.

Así como la espada y la cruz se convirtieron en símbolo de la conquista de América por parte de un país, los espejitos y vidrios de colores son el símbolo del engaño con que ahora –no un país, sino un poder sin fronteras- se lanza a la conquista de la humanidad. El terreno ya fue preparado para esta conquista y consistió en sustituir –en principio- a la palabra por la imagen. El mundo en imágenes, es un modelo terminado que no requiere elaboración. La palabra en cambio, requiere del pensamiento. Crea y construye. Modifica y perfecciona. Libera a la vez que relaciona.

Sin embargo, por influencia o por azar, se ha desplazado de la escena y lo que se ve, que aparentemente nos conecta, es justamente lo que nos separa y nos destruye: (“tiene cara de delincuente”, “ojos de bueno”, etc). La televisión nos muestra en un paneo los fervorosos aplausos de la tribuna, pero las cámaras omiten hábilmente mostrar al asistente que levanta, en el momento apropiado, la pancarta que indica aplaudir. La imagen, es decir lo que vemos, es insuficiente y limitado; deja afuera contenidos esenciales, embrutece, distorsiona y detiene. Es posible que cuando el viejo dios bíblico prohibía a los hebreos tener imágenes, supiera de qué hablaba. Se hubiesen detenido, precisamente, en la imagen.

Los eufemismos son envoltorios. Imágenes que encubren las palabras. En la sentencia eufemística referida anteriormente, ostentada por exitosos hombres de negocios de la actualidad, no deberíamos perder de vista la condición de los componentes de la ecuación: los negocios siempre son de ellos y la crisis siempre es nuestra. La oportunidad sería la falaz disyuntiva de en que lado estar. Solo que la oportunidad no es de todos y a la hora de elegir, si fuera posible, estar del lado del negocio significaría practicarle un agujero mas al barco en el que vamos todos; solo que la tarea se llevaría a cabo, eso sí, en un ambiente climatizado. 




5.08.2008

DIOS APRIETA, PERO NO AHORCA

Por Roberto Daniel León







-No le conviene... -recuerdo que pensé un día de estos en que escuché la frase, cuando caí en la cuenta de que dios es capitalista, como los cuernos. Su sentido de la propiedad, pilar del capitalismo, le permite darse el lujo de apretar, un poco por el placer de ostentar poder y mucho por mantener las ganancias que otorga la sumisión de la servidumbre. Y no ahorca porque –no hay que ser demasiado inteligente- se quedaría sin servidumbre. Más o menos así funciona el sistema. 

Usted trabaja en una mina y recibe azotes todos los días. De pronto, una vez cada tanto, ocurre que los miércoles no lo azotan. Todos los demás días siguen igual, pero los miércoles usted cree que el amo es bueno. 

El gobierno de turno -capataz de la finca cuyo dueño es el poder económico- es el jinete; y usted, Juan Pueblo, es el caballo. El jinete, fiel servidor, acostumbra cabalgar con las riendas bien cortas; pero con el tiempo eso produce mucho dolor de boca al noble bruto y se encabrita un poco. Entonces, para no correr riesgos de ser derribado, el jinete afloja un poco las riendas. 

Cualquiera con un poco de sensibilidad por la justicia y que espera finales felices en los cuentos, podría pensar que ese es el momento en que el caballo redobla su furia y da por tierra con el jinete. 

Sin embargo, el caballo se tranquiliza y continúa al trotecito por la vida, pensando que bueno es el jinete y repitiendo para sus adentros, como una letanía, la frase acuñada por la “sabiduría” de sus ancestros: ...dios aprieta, pero no ahorca. 

Cada tanto cambia el jinete, que puede llamarse Jorge, Raúl, Carlos, Fernando, Eduardo, Néstor o Cristina; pero el caballo, siempre es Juan Pueblo. 

¿Nunca fantasearán los equinos con un cambio de roles? Dicen que algunas veces lo hacen, pero que cuando eran potrillos les enseñaron que el cambio de roles se llamaba subversión y que eso era malo. Claro que nunca les dijeron malo para quien, pero eso es otra historia. Dicen también que los caballos ven todo gris. 

¿Será por eso que no les llamará la atención que los medios de comunicación denominen “justicia” al sistema legal? ¿O que los presos sean todos pobres? ¿O que el asesinato de una mujer es tapa de diarios solo si vive en un barrio cerrado? 

¿O que el dinero se lo llevan siempre los mismos, tanto en períodos de rienda corta como de rienda larga? ¿Que su única ganancia es que le duele menos la boca y puede mascar el freno con mas comodidad? 

Si... ya sé que tienen poca memoria, y que la poca que tienen la usan para volver a la querencia, al trotecito, nomás... a la propiedad del patrón, que hay que trabajar. Para él.

Y que de recién nacido, con sus patas flacas y temblorosas ya le enseñaron la resignación y otras “virtudes”, que son como pasajes de primera clase para el Transporte al más Allá SA, Mortadela Tour y otras. 

Triste destino, los caballos argentinos...



Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin
Portada: Lukas Kândle