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3.04.2013

EL COMBATE DE LOS CIRCULOS

Por Esteban Ierardo






En 1876, en Little Big Horn, el General Custer y los soldados del 7º de Caballería fueron exterminados por miles de indios Sioux y Cheyenes liderados por Caballo Loco. Los invasores de las casacas azules se dispusieron en Círculos para defenderse. Los indios los atacaron también mediante Movimientos Circulares y Envolventes. Estas dos Circularidades expresan, quizá, una Batalla entre dos Experiencias Culturales de Lo Circular: el Círculo en la Sabiduría Indígena como Geografía Sagrada y lugar de un Centro Creador de la Vida, y el círculo bélico y expansivo del imperium estadounidense en formación. Un Combate entre Círculos como lucha, polemos simbólico, entre dos Formas Culturales de experimentar el Saber y lo Real.

El joven Guerrero indio cabalgó hacia la Colina. Allí, su mirada navegó entre enjambres de cadáveres. Cerca, escuchó los gritos de júbilo de Guerreros hermanos. Se lamentó de no haber sido una de las Flechas del Combate. El Jinete recién llegado era muy joven para combatir.

Entre los hombres inmóviles, el bisoño indígena reconoció a un hombre arropado con una chaqueta de piel con flecos. Por su espalda, fluía aún su cabellera castaña. Por ella, los indios le llamaron Cabellos Largos. Nombre cuya sonoridad es distinta a la de Custer, nombre por el que lo conocían sus semejantes, los seres de tez pálida.

El General Custer, Cabellos Largos, egresó de la Academia Militar de West Point en 1861, en el mismo año en que la Guerra Civil estdounidense comenzó a hacer gritar a los fusiles y los cañones. Luego de dos años de combates, a la sola edad de 23 primaveras, Custer era ya General, "el joven general". Nunca nadie dudó de su valor en el Campo de Batalla. Pero su habilidad como Estratega de la lucha armada tampoco nunca reverberó con claridad.

El joven General combatió en Gettysburg. Luego de concluida la matanza fratricida entre el Norte y el Sur, el General Sheridan le encargó la Conducción de una Expedición punitiva contra los indios Cheyenes y Arapahoes. Cabellos Largos se puso en marcha al frente del 7º de Caballería integrado por unos 700 soldados. En esta primera incursión, sus hombres masacraron a hombres, mujeres y niños en el campamento indio del río Washita. Ocho años después, inició una nueva Expedición en las Montañas Negras de Dakota. La región había sido invadida por aluviones de ansiosos buscadores de oro. Los Siouxs y Cheyenes, antiquísimos habitantes de aquellas Tierras, se enfurecieron y organizaron un gran ejército para defenderse. Estaban armados con rifles Winchester de 1886 y su Jefe era Caballo Loco.

Ya en las profundidades del territorio que debía sojuzgar, Custer creyó en un rápido triunfo. Uno de sus dirigidos, el comandante Reno, descubrió unas tiendas de los Sioux. Ordenó entonces un inmediato ataque. Los Sioux reaccionaron enérgicamente a la agresión. Reno y sus soldados debieron retroceder precipitadamente. En medio de la retirada caótica y desesperada, las balas indias acribillaron a numerosos soldados. Luego, Reno se reunió con el capitán Benteen y, ante la aparición de una muchedumbre de Guerreros indígenas, se abroquelaron en un Círculo Defensivo. 

Por su parte, Cabellos Largos y sus hombres fueron sorprendidos por alrededor de 1500 indios. Bajo un feroz ataque a campo descubierto, Custer ordenó cabalgar hacia la derecha para trepar una colina y alcanzar una elevación en la que emplazar una fuerte posición defensiva. Mientras los Jinetes del 7º de Caballería buscaban desesperadamente escalar la colina, Caballo Loco decidió una rápida y acertada Estrategia: dirigió otros 1500 Guerreros a la cuesta opuesta por la que ascendía Cabellos Largos y los suyos. Así, antes de que el General invasor alcanzara la cima, fue interceptado por el Jefe indio quien, junto con otro contingente Guerrero, inició un Movimiento Circular y Envolvente en torno a los hombres blancos.

Frente al cerco infranqueable, Custer ordenó pie a tierra y la disposición de los hombres en un Nuevo Círculo Protector como el que ya habían trazado Reno y Benteen. Entonces, los Guerreros Sioux y Cheyenes, siempre liderados por Caballo Loco, giraron una y otra vez alrededor de los soldados de casacas azules. En cada nuevo giro, descargaban mortales vendavales de metal. Poco a poco, la furia india fue deteniendo el corazón de cada oponente. En algunos casos, aquella detención le llegaba a los soldados blancos por una bala o por una flecha, o por la penetración punzante de una lanza o el filo de un cuchillo de escalpelo al cercenar los cuellos desnudos.

Para robustecer la defensa, los blancos mataban a sus Caballos a fin de parapetarse tras sus voluminosos lomos. Solo un caballo, Comanche, sobrevivió. Según los Testimonios indios, Custer fue uno de los últimos en perecer. Al final de la casi media hora de trueno y sangre sobre el campo de Little Big Horn yacían tendidos, con el hielo de la Muerte en los ojos, Cabellos Largos y sus 225 hombres, y 40 indios.


LA LUCHA DE LOS CIRCULOS

Y el joven Jinete que cabalgó entre los caídos entrevió, quizá por breves momentos, imágenes remotas, extrañas geografías bañadas por destellos simbólicos. El indio, algo ensimismado, que contemplaba el campo sembrado de cuerpos quietos era Alce Negro, Dakota de la rama Oglala y primo de Caballo Loco, el Jefe iracundo que festejaba con sus bravos la Victoria.

Pero los soldados semejantes a Cabellos Largos regresaron. Y, al cabo de muy pocas primaveras, vomitaron demasiado metal sobre los torsos semidesnudos del indio. Y entonces sobrevino la Muerte. Muerte de los Guerreros Educados por los Antepasados y los Vientos Salvajes. Muerte de los Pueblos Amigos de las Praderas y el Bisonte.

Algunos pocos sobrevivieron. Alce Negro sobrevivió. Y mucho después respiró con nostalgia y tristeza en la Reserva india de Pine Ridge. Allí, repitió los gritos de su Pueblo, la Ofrenda de la Pipa, la Veneración del Poder del Bisonte y del Alce. Y, en 1931, un Poeta de piel de albos reflejos, de tez semejante a la de Cabellos Largos, lo visitó, lo escuchó. Era John Neihardt. Neihardt transcribió los Recuerdos del viejo indio en Alce Negro habla. Obra hoy esencial donde perdura la Sabiduría Ancestral del indio de Norteamérica.

Y Alce Negro recordaba allí el clamoreo de la Vasta Victoria de Little Big Horn y rememoraba la Estampa y la Muerte de Caballo Loco. Y recreó su Gran Visión. La Visión de Alce Negro. Un Viaje Extático que experimentó en su Juventud. Travesía Mística en la que Seis Antepasados Lo Condujeron hasta el Centro de la Tierra. Aventura visionaria en la que el indio aseguraba que:
"Miré ante mí y percibí que los Montes tenían peñas y bosques, y que de las Alturas partía todo género de Colores hacia el Firmamento. De súbito estuve en la Montaña Más Alta, y alrededor de mí, a mis pies, se dilataba el cerco total del Mundo. Y estando así, vi más de lo que puedo enumerar y entendí más de lo que vi; pues veía de modo Sagrado, con el Espíritu, las Formas de las Cosas, y la Forma de todas las Cosas que deben Vivir Juntas como un Solo Ser. Y advertí que el Aro Sacro de mi Pueblo era uno de los muchos Aros que constituían un Círculo, Amplio como la Luz del Día y el Resplandor de las Estrellas, y en el Centro había un Poderoso Arbol Florido que cobijaba a todos los Hijos de Madre y Padre. Y observé que era Santo" [John Neihardt, Alce Negro Habla, Hesperus, Biografía, p.37].
En Little Big Horn, junto al estricto fragor de la lucha, el Indio y el Blanco protagonizaron un Combate de Símbolos. En la Batalla colisionaron dos Secuencias Circulares. El Círculo del Agresor, el Círculo del Defensor. La Naturaleza de esta Circularidad acaso no Trascienda los hechos estrictamente bélicos de la contienda. Pero la Imaginación ávida de exhumar nervios simbólicos de la Historia puede albergar un Poder Especial. La Potencia de la metaforización de Lo Histórico. Así, en Little Big Horn acontece la colisión de dos Experiencias Culturales de Lo Circular.

De la Visión de Alce Negro dimana una primera Figura Arquetípica de la Circularidad. El Sujeto Indígena (como el sujeto arcaico, en general) se autocomprende como Segmento Viviente de un Círculo, Círculo de la Vida del Humano junto a la Tierra y la Luz. Círculo que gira en torno a un Centro Generador de Lo Vivo. El Círculo Indio es contemplación de la Amplitud del Espacio y de la Multitud de los Seres:
"Amplio como la luz del día y el resplandor de las estrellas". 
Además, la Vida Circular de la Conciencia Arcaica venera el Movimiento de regreso a la interioridad. Porque en lo Interior bulle el Centro Creador del "Poderoso Arbol Florido que cobijaba a todos los Hijos de Madre y Padre".

El Círculo Defensivo de Cabellos Largos y sus soldados se trazó en el Interior del Círculo Indio. Al atacar el Centro de su Propio Círculo, el indio negaba, inconsciente, involuntariamente, su ansia de hallar siempre en la Intimidad de Lo Circular, la Fuente del Arbol Florido. Así, para combatir al invasor, la Estrategia de Batalla forzó una primera alteración de la Experiencia Originaria del Indio respecto al Centro y el Círculo. Alteración que también se derramó en la obligada Táctica Defensiva de Custer y su Regimiento de Caballería.

En el Centro de los desesperados disparos de las carabinas Springfield de los soldados sitiados, restallaba una doble perversión de la Experiencia Occidental e Imperial de lo Circular. En el Centro del impulso cultural de la conquista militar y la expansión territorial no reverdece la fragancia vegetal de un Arbol Mítico, irradiador de la Vida Primordial. Por el contrario, en el centro del Círculo del imperium (romano, hispano-habsburgo, monáquico-británico, o federativo-norteamericano) se reconcentra la potencia bélica y la voluntad política de conquista y depredación del enemigo en sus cambiantes figuras. Desde el Centro del Imperio surge la imposición de la norma de la vida correcta y no el Don Sagrado, obsequio de Dioses Antiguos, de la Vida Cósmica, el Regalo del Cielo y la Tierra. El Arbol Florido.

En Little Big Horn, Custer y su tropa encarnó un raro instante histórico de centro imperial trastocado. Centro no acosador, sino acosado; centralidad no de la concentración de la Fuerza Militar Triunfante, expansiva, destructora de otredades, sino lugar de debilitamiento y extinción del poder. Primera alteración del Círculo del Imperio en la Batalla contra el Indio. Y, entre las órdenes caóticas y exaltadas de Cabellos Largos, entre la carne humana y de caballo perforada por el metal silbante de las balas, la Circularidad Imperial experimentó una segunda perturbación: la Regresión a la Interioridad. La negación esencial de todo poder expansivo. El poder de la propagación y conquista halla su realización en el alejarse de su Centro, en expandirse. La voluntad de conquista es Ampliación de su Periferia hacia tierras y riquezas cada vez más distantes de su propio Corazón, de su Centro de Decisión y Agrupación de Fuerzas.

En Little Big Horn, el Círculo del imperium fue quien padeció el Círculo como repliegue sobre sí mismo, como Interioridad Defensiva y no ya como gozosa y triunfante paso expansivo. Extraña y fugaz rareza de la Historia: un Campo de Lucha donde, por un instante, el Centro del imperium estadounidense en formación, se desmembró dentro de la Circularidad opresiva del Indio, del destinado a la futura condición humillante del sometido.

El Círculo del Dominador se regeneraría luego rápidamente. El estrangulado, raudamente recuperaría después el vigor de los dedos que estrangulan. Pero, antes de la restauración del vigor aplastante del imperium, Alce Negro cabalgó entre los caídos del 7º de Caballería. Y quizá, entonces, pudo columbrar una imagen. Imagen en la que el joven indio descubría un Arbol en el Centro de las inertes casacas azules. Arbol de lozanas Hojas. Arbol Florido, bajo cuyas Ramas los Hijos de todo Padre y Madre se postraban para Agradecer. Para Venerar a la Raíz, al Centro de un Círculo que Nutre al Gran Arbol.


Diseño & Diagramación: Pachakamakin

11.18.2012

REFLEXIONES SOBRE EL 8N

Por Juan José Oppizzi
Sus Artículos en ADN CreadoreS




Deliberadamente repito esa nomenclatura, 8N, con que se ha popularizado la manifestación opositora al gobierno de Cristina Fernández del 8 de Noviembre de 2012, aunque lo primero que salta a los ojos es la idéntica modalidad de sintaxis adoptada para nombrar a aquel 11S, el día en que sucedió el controvertido caos de las torres gemelas y del Pentágono, llamado por el gobierno de Estados Unidos “atentado”. Este 8N fue, obviamente, sin sangre (o, al menos, con pocas gotas, vertidas por las caras de algunos periodistas agredidos), pero en esencia tan sospechoso como aquel conjunto yanqui de hechos. 

No voy a molestarme en analizar otro aspecto de la multitudinaria marcha: su organización a cargo de la empresa multimedios Clarín, con la ayuda de sectores de la derecha, como Francisco De Narváez, Mauricio Macri, el neonazi Alejandro Biondini y el ex mandamás de la SIDE de Menem, Juan Bautista Yofre. Sí podría comenzar señalando un hecho inédito en la historia argentina: que una manifestación opositora a un gobierno haya contado con el micrófono del canal estatal abierto a sus declaraciones. Eso ocurrió, y quienes quisieron pudieron arrimarse a decir lo que pensaban con absoluta libertad. La periodista Cynthia García, de la Televisión Pública, haciendo gala del ejercicio pleno de lo que es el verdadero periodismo, entabló un diálogo con la gente que golpeaba cacerolas, que gritaba consignas y que exhibía carteles. La diversidad de estos dos últimos instrumentos de expresión (las consignas y los carteles) hablaba de una mixtura no muy clara de propósitos o, más bien, de una falta de unidad argumental quizá estimulada por los armadores del acto. 

Esa variedad sirvió para que los medios regenteados por Clarín pudieran seleccionar lo que mejor les convino a la hora de hacer un balance ideal. Alguien que sólo hubiera visto la parte de los testimonios recortados por los voceros del poderoso multimedio, podría convencerse de que el conjunto de ciudadanos que anduvieron por la Plaza de la República, en Buenos Aires, coreaba los mejores, más prudentes, más lógicos y más constructivos lemas del orbe. Sin embargo, el panorama completo resultó bastante poco amable; no menos de seis periodistas de diferentes canales, publicaciones y agencias informativas (incluido uno del propio Clarín) fueron insultados, golpeados y perseguidos. Muchas consignas chillaban agravios, imágenes homicidas y alusiones macabras para con varios integrantes del gobierno, en especial la Presidenta Cristina Fernández. Y lo que más me llamó la atención fue el contenido de los diálogos con Cynthia García de numerosos asistentes a la manifestación; ella preguntaba y repreguntaba para buscar los fundamentos de cada concepto vertido a micrófono libre. 

En incontables oportunidades quedó al descubierto la falta de razones valederas, de información elemental, y la sobra de odio. Los argumentos predominantes eran la imposibilidad de comprar dólares y una feroz condena a la Asignación Universal por Hijo; todo eso en el marco de una supuesta asfixia dictatorial, en la que la ausencia de libertad era coreada por la mayoría. El interesantísimo trabajo de Cynthia García fue volviéndosele cada vez más difícil; en cámaras era ostensible cómo se la insultaba, se la manoseaba, se hacía ruido y se gritaba a fin de perturbar el libre desarrollo del diálogo que ella tenía con los asistentes a quienes se les ponía micrófono. Al final, la situación de patoterismo fue insostenible y la periodista buscó refugio en el móvil de la emisora, en donde continuó siendo hostilizada. Fue insólito que al día siguiente Beatriz Sarlo (¿Qué le pasa a esa mujer?) dijera que la labor de García había sido como la de una maestra tomando examen. De eso se trataba, precisamente: del libre examen de una situación. Si los asistentes a una marcha en contra de un gobierno no saben cuáles son los fundamentos de su protesta, si, cuando se les repregunta, no tienen argumentos para apoyar su posición, entonces debemos pensar –como piensan muchos, yo incluido– que gran parte de los que fueron a la Plaza de la República –y a cientos de otros lugares del país– se limitaron a gritar el libreto machacado en los últimos años por los medios del grupo Clarín. Abona esta tesis un amplio material documental, que muestra claramente cómo las consignas enunciadas a diario por la televisión propiedad del señor Magneto afloraron de manera casi textual en las bocas que protestaban. 

No quiero pasar por alto la validez de muchísimas otras voces en la marcha del 8N, reclamantes por la inseguridad, por la inflación y por diversos problemas que son reales y que generan una motivación innegable. Lo que lamento es que las buenas intenciones de estos ciudadanos sean empañadas por las especulaciones de sectores ajenos a esa finalidad, y que no haya una línea divisoria que los separe, un repudio que aísle la petición garantizada por las normas constitucionales de las arteras maniobras conspirativas. 


Otro aspecto a señalar es la ausencia pública de las entidades organizadoras del acto. Eso respondió, obviamente, al propósito de mostrar el hecho como una cosa apolítica. En las redes sociales abundaba el misterio, la recomendación de “transmitir con copia oculta”, la supuesta existencia de una “autoconvocatoria” (aunque dos meses antes los “autoconvocados” revelaran “profundos debates”, sin decir en qué círculo íntimo, para elegir el lugar central de la marcha). Pero el anonimato es de doble filo: su impunidad cobarde no contribuye a su propio fin; al no poder concretarse en un factor a la luz del día, no puede afirmarse como alternativa real para la sociedad, por más que se junten miles o millones de personas en todas las plazas de la Argentina. 


Y ése es el aspecto más peligroso que tuvo el movimiento del 8N: su marginalidad conceptual. “Que se vayan todos”, “que renuncie el gobierno”, “no la queremos (a Cristina Fernández)”, son generalidades que no tienen perspectiva ni coherencia, al menos dentro de lo que fija la Constitución Nacional sobre las herramientas populares. Únicamente fuera de ese marco, en el ámbito de la simplificación, en el delirio fascista de una minoría resentida por el paso de la historia, encuentran espacio los gritos de los energúmenos que se hicieron eco de aquella barbaridad emitida por el hijo de Jorge Porcel y levantada por Cecilia Pando: “no fueron treinta mil; faltaron treinta mil”. 

Esas atrocidades verbales (reflejo de las atrocidades morales de sus autores y propaladores) invalidan las acusaciones contra Cristina Fernández de “soberbia”, “autoritaria” o “ajena a la realidad”. ¿Hablan de dictadura K los personeros de una derecha que fue brazo ejecutor o, cuanto menos apoyo, del último régimen militar? ¿Qué destino les hubiese aguardado a manifestantes contra Videla, Viola, Galtieri o Bignone, en el mismo tono de los del 8N? ¿Cuánto hubieran durado en el aire transmisiones en directo de esas hipotéticas (e imposibles) marchas? ¿No fue “autoritario” un Martínez de Hoz al implementar un plan económico basado en el aplastamiento de la libertad y de los derechos constitucionales? ¿No fue “soberbio” un Cavallo (ídolo de los sacerdotes del mercado) cuando estatizó (nos transfirió a todos los ciudadanos) la deuda externa de un grupo de timberos económicos? ¿No fue “ajeno a la realidad” un Galtieri cuando contaba el cuento de la victoria en una derrota de Malvinas que estaba cantada antes de empezar la guerra? Muchos de los que en el 8N humearon de furia ¿Qué hacían cuando el país humeaba de matanzas y de bancarrota?



Diagramación & Diseño: Pachakamakin

11.10.2012

ISRAEL, LA GUERRA Y LOS JUDIOS


Por Daniel Muchnik




Una vez más el sangriento conflicto entre Israel y Gaza, ahora en tregua, ha exigido nuevos replanteos sobre esta brutal cuestión. 


Israel exige que se comprenda su desplazamiento militar. Si recibe cohetes lanzados por Hamas desde el Sur tiene el derecho de atacar, dice. Como el país es cuestionado por las matanzas que se producen, especialmente de niños, como las fotos muestran destrucción y bombardeos en ese inmenso gueto que es Gaza, los israelíes apelan a la solidaridad. Y por su lado exhiben las corridas y los peligros de las bombas lanzadas sobre su territorio.

¿El tema es de ahora o viene de arrastre? ¿Los sionistas de comienzos del siglo XX ya lo sabían. La instalación de judíos en las tierras de Medio Oriente no sería fácil porque impondría el desplazamiento de los árabes que allí moraban por muchos siglos. La Shoa, el fin de la Segunda Guerra Mundial y la conocida “culpa de Occidente” empujaron a la creación del Estado de Israel, en 1948, para dar refugio a los expoliados por los nazis y a todos los judíos del mundo. Pero los árabes se resistieron y pelearon contra Israel, una y otra vez. Convirtieron a Israel, el refugio soñado por los socialistas pioneros del kibbutz, en un país blindado, guerrero, aliado al líder del mundo occidental (en plena Guerra Fría). Muchos políticos israelíes se vanagloriaron de ser nacionalistas belicistas, de lucir como hombres fuertes y omnipotentes, y actuaron con soberbia. Uno de ellos es Netanhayu. Hasta se escucharon voces racistas, de un odio inconmensurable. Transmitieron esa imagen a gran parte de su pueblo. Un pueblo que justificó el asentamiento de colonos religiosos en tierras árabes, vulnerando acuerdos.

En la vereda de enfrente de esta soberbia armada estaban los pacifistas. Escritores, intelectuales y académicos, que lideraron los movimientos de paz y de entendimiento con los palestinos. No fueron escuchados y hasta los maltrataron. En el ínterin Israel comenzó a formar parte del sistema productivo capitalista, en el centro de un admirable desarrollo tecnológico. Brillaron sus universidades, sus inventos y creaciones. Hoy, empero, cincuenta familias son las dueñas de la economía israelí.

Siguieron las guerras y Amos Oz, un premiado gran escritor, pacifista, llegó a decir: 

“Nos mataron y nos echaron de Europa porque no nos querían. Ahora nos quieren echar de aquí. Esto no tiene fin”.
Pero la injusticia, del mismo modo, la vivían los palestinos que fueron despedidos de su territorio. Eligieron el Líbano y Jordania, donde fueron marginados y luego masacrados. Deambularon por el mundo, con un odio que empezó a canalizarse en atentados, en intifadas, en provocaciones constantes. En territorio israelí se los encerró últimamente en un gueto territorial: Gaza. Del otro lado, en el oriental, los israelíes construyeron un muro más alto que el de Berlín para evitar que pasaran los dinamiteros, pero separaron a las familias y forjaron más resentimiento. En los momentos críticos, cuando Israel está en peligro, una gran cantidad de sus habitantes pide la comprensión del mundo y la solidaridad del “pueblo judío”.

¿De qué pueblo están hablando? Hay judíos proxenetas, mafiosos, estafadores y perversos. Hay judíos solidarios, comprometidos con las grandes causas sociales. Hay judíos religiosos. Los hay ateos. Hay judíos negros en Estados Unidos. Hay judíos etíopes, con otro color en la piel, rescatados en su momento pero luego sometidos a discriminación en Israel. Hay judíos entre los nativos andinos. Y en tribus del corazón del Africa. Hay judíos que provienen o que vienen de Europa oriental. Otros salieron del norte del Africa, de los confines asiáticos. Entre ellos hay declaraciones despectivas. Hay judíos norteamericanos, los hay venezolanos y argentinos. Todos muy diferentes.

No hay un “pueblo judío”. Es un conglomerado heterogéneo. Yo soy judío de tercera generación en la Argentina y ateo. ¿Qué me une al judío religioso que se viste, piensa y actúa como en el siglo XVII? ¿Qué me hace ser judío? ¿El recuerdo de mis ancestros, la comida, las vidas compartidas? ¿O acaso, como diría J.P. Sartre, lo soy cuando los otros me señalan? No lo sé. No termino de entenderlo. Como tampoco entiendo, ni apoyo, ni justifico y sí cuestiono a los belicistas israelíes, que no buscan o no quieren acuerdos de paz con los palestinos y que han presenciado en silencio hasta el asesinato de un ex militar que sí quería la paz, como fue Yitzhak Rabin.




Diseño & Diagramación: Pachakamakin

10.08.2012

EL CASO ASSANGE

Por Juan José Oppizzi
Sus Artículos en ADN CreadoreS



Me parece que si buscamos un caso típico de persecución a quien ha descubierto –y hecho públicas– oscuras tramas de la vida político-militar internacional, los hechos que rodean a Julian Assange reúnen, al menos en este año de 2012, las condiciones más destacadas.

Este pálido australiano residente en Suecia (y ahora en la embajada ecuatoriana en Londres), pasó a gozar de una fama bastante superior a la que ya envolvía a su espacio cibernético llamado Wikileaks. Bastó que difundiera una serie de intimidades de los vericuetos mundiales para que las furias de muchos sectores de poder se precipitaran sobre él de una manera nada halagüeña para su futuro. La intensidad de esos fogonazos fue proporcional a la cantidad y volumen de los secretos revelados. La potencia más escaldada en sus dignidades fue Estados Unidos, hasta el punto de dejar trascender el propósito de liquidarlo en cuanto pueda lograr su extradición. El modo de hacer que caiga en sus feroces redes jurídicas (siempre funcionales a los intereses supremos del Departamento de Estado, no obstante la declamación que los sitúa al servicio imparcial de la Justicia) no discrimina entre formas elegantes y métodos horrorosos, aunque al principio aquéllas se mantengan. 


Y así fue: Suecia le pidió a Gran Bretaña la extradición, ya que Assange se encontraba allí, tomando distancia de una acusación de acoso sexual. No se requiere ningún grado de paranoia a fin de imaginar cuán permeable sería el país escandinavo a las presiones norteamericanas, si el reo cayese en la vorágine de las extradiciones sucesivas (la labor de la CIA -Agencia Central de Inteligencia, por si alguien no lo recuerda- ya se centró en presentar a Assange como un delincuente mundial). Pero lo que alimenta la sospecha del complot es, por sobre todo, la ridiculez de la causa por acoso sexual. El expediente, más que despertar la indignación por la supuesta conducta de un abusador, mueve a una carcajada descomunal: la mujer acusadora planteó que, en instancias de compartir noche y lecho con Assange, éste tuvo sexo en un momento en que ella dormía, por lo que ese coito (los anteriores, sí) no se hallaba autorizado. Que la Justicia sueca haya hecho lugar a un disparate de semejante calibre, despierta algunas susceptibilidades. No menos sospechosa fue la actitud de Gran Bretaña ante el refugio de Assange en la embajada de Ecuador: directamente amenazó con violar las normas diplomáticas y entrar a la sede por la fuerza; ¡Un poco exagerado el celo por detener a un presunto transgresor de la ley de otro país!

Tanta coordinación de parte de tantos poderosos en la finalidad de perseguirlo, callarlo o aniquilarlo, mueve a suponer que los datos que Assange divulgó por su red Wikileaks son informaciones de una veracidad extrema, y, al mismo tiempo, dejan entrever que su develación contó con otros colaboradores, realidad alarmante si las hay para quienes pretenden guardar secretos.

Por supuesto que este pálido australiano no es un hacker solitario, ni un timorato indagador de computadoras ajenas. Su sólida base informática cuenta asimismo con antecedentes de física cuántica y matemática. Wikileaks tampoco es un grupo de aficionados que se dedican en los ratos libres a navegar en espacios virtuales restringidos, si nos guiamos por las incursiones que originaron el escándalo. Pero no es eso lo que debe interesarnos en este momento, sino el contexto. Todo el proceso, desde que Wikileaks dio a conocer las datos hasta la entrada de Assange en la representación diplomática ecuatoriana, ha servido para que un trasfondo de neblinosos tentáculos se hiciera visible. Los sutiles modos del lenguaje internacional se transformaron en amenazas sin veladura, la descalificación se puso en marcha de una manera corrosiva, las campañas de desprestigio alcanzaron niveles superiores a los registrados en ocasiones análogas. El nerviosismo de los omnipotentes marca el límite de sus omnipotencias, lo cual es una esperanza de valor histórico; los viejos poderes, actualizados en sus medios por la tecnología, deben contar con que hay desafiantes también actualizados en sus medios por la tecnología, y, para colmo, por la misma tecnología; el veneno, sin querer, fabrica su contraveneno (¡Oh, Marx, qué sabio eres!).

En lo que se refiere a Estados Unidos, no puedo pasar por alto el recuerdo de dos casos con repercusiones equivalentes al de Assange, con las debidas diferencias de tiempos, circunstancias y personalidades: el matrimonio Rosemberg y el científico Oppenheimer. En el marco de la Guerra Fría, sufrieron la acusación de haber revelado secretos a la Unión Soviética. A los Rosemberg les aguardó la silla eléctrica; a Oppenheimer, el ostracismo y el repudio generalizado. En ambos casos no dejó de sobrevolar con insistencia clamorosa la falsedad de los cargos y la posibilidad de que las razones de las condenas fueran de otra índole, menos confesable para los juzgadores. Por eso, si Assange efectivamente, sea por los motivos que fueren, dio a conocer al mundo cosas reales, merece protección en homenaje a todos los que pagaron con su vida el atrevimiento de pensar fuera del molde occidental en vigencia.




Diagramación & DG: Pachakamakin

9.27.2012

ASHTAR SHERAN, EL GRAN TITIRITERO COSMICO

Por Débora Goldstern


ASHTAR SHERAN

Por casi sesenta años la figura de Asthar Sheran se constituyó en una presencia regular y activa, con enorme influencia, aún hoy día, en algunos de los grupos más importantes del mundo del contacto. Sus orígenes señalan al gran país del norte, USA, como lugar de procedencia, algo que no debe extrañar teniendo en cuenta el contexto de posguerra que inició la fiebre platillista.

En aquel escenario una verdadera epidemia de mensajeros espaciales tomó al país por asalto extendiéndose luego por el mundo, donde supuestos representantes galácticos alertaban sobre los efectos devastadores de la energía nuclear. Sin embargo esta entidad de estilo andrógino, y de facciones casi angelicales, desde su aparición acaparó la atención, y se ganó una legión de seguidores que inexplicablemente continúa creciendo en número.

El por qué de esta fascinación necesitaría de la opinión de psicólogos y en algunos casos hasta psiquiatras, para comprender las motivaciones que impulsan hasta las mentes más racionales a prestar devoción a una entidad, que está muy lejos de decodificarse en su real dimensión.

Aunque el caso de Asthar Sheran mereció cierto tipo de atención entre algunos estudiosos, la mayoría no pasó de vincularlo a uno de los resortes fundamentales de la New Age, así como desmitificaciones en cuanto a su verdadero papel, pero sin acertar a desvelar el misterio que su presencia provoca.

Desde Crónica decidimos indagar en algunas de esas zonas grises, donde creemos se encuentran pistas fundamentales para ir resolviendo el enigma que actualmente conocemos como Asthar Sheran.

Vamos a repasar tres casos que involucran al mítico comandante estelar y que entendemos como resumen, quizá, de la historia de sus andanzas.

El primero en toparse con el andrógino venusino, fue el norteamericano George Van Tassel, un mecánico de aviación a quién Asthar se le apareció luego de una sesión de meditación, que se realizó en Giant Rock, lugar considerado sagrado por los antiguos indios de la zona, y que se alza en pleno desierto de Mojave, California, región a la cual volveremos luego. Según manifestó Tassel en un primer momento de la experiencia fue “transportado astralmente a una enorme nave extraterrestre que orbitaba la tierra, donde conoció al llamado consejo de los siete sabios”, fecha, 1951. Un año más tarde, Tassel afirmó que “fue visitado por seres de carne y hueso en su casa -éstos procedentes, según él- del planeta Venus, que le animaron a construir una estructura cuyo fin era extender la vida humana; y ayudar a la gente a tomar ventaja del proceso de envejecimiento. Esta estructura seria el Integratron, su obsesión por los siguientes 25 años”. Fruto de esos encuentros, derivaría en la realización de gigantescas convenciones de público reunidos para contactarse con los maestros del espacio, y en la publicación de seis libros, uno de los cuales se transformaría en material de culto, I rode the fliying saucer (1952).

Veamos uno de los típicos mensajes canalizados por el norteamericano, la mayoría de los cuales se lograba por escritura automática, un recurso del cual también abusarían sus continuadores para ponerse en contacto con los hermanos del espacio.


LA PREOCUPACION NUCLEAR. 18 de Julio de 1952.

“Saludos a ustedes, seres de Shan, lo saludo en amor y paz, mi identidad es Ashtar, comandante del sector cuadra, estación de patrullaje Schare, todas las proyecciones, todas las ondas. Saludos, a través de El consejo de las Siete Luces ustedes han sido traídos aquí con la luz interna para ayudar a su prójimo. Ustedes son mortales y otros mortales pueden solamente entender aquello que su prójimo puede entender. El propósito de esta organización es, en un sentido, salvar a la humanidad de sí misma. Hace algunos años sus físicos nucleares penetraron el Libro del Conocimiento, ellos descubrieron cómo explotar al átomo. Vergonzosos como han sido los resultados, que esta fuerza debiera ser usada para la destrucción, no es ni comparado a lo que ella puede ser. No nos hemos preocupados con su explosión de plutonio y UR 235, el elemento madre Uranio, este átomo es un elemento inerte. Estamos preocupados, sin embargo, con su intento de explotar el elemento Hidrógeno.
Este elemento es dador de vida junto con cinco otros elementos en el aire que respiran, en el agua que toman, en la composición de su sustancia física, hidrógeno. Sus esfuerzos en el campo de la ciencia han sido exitosos en la medida en que ellos no están contentos para descansar sobre sus laureles de un poder más allá de su uso, ni contentos con la destrucción entera de una deidad entera cada vez. Ellos deberán tener algo más destructivo, ellos lo tienen. Cuando exploten el átomo de Hidrógeno deberán extinguir la vida sobre este planeta. Están jugueteando con una fórmula que no comprenden. Están destruyendo un elemento dador de vida de la Inteligencia Creativa. Nuestro mensaje para ustedes es éste: ustedes deberán avanzar a su gobierno toda la información que les hemos transmitido. Deberán solicitar que su gobierno inmediatamente deberá contactar todas las otras naciones sin tener en cuenta sus sentimientos políticos. Muchos de sus físicos, con un desarrollo de percepción interna, se han rehusado a tener algo que ver con la explosión del átomo de hidrógeno. La explosión de un átomo de sustancias inertes y aquélla de una sustancia viva son dos cosas diferentes. Estamos preocupados por su deliberada determinación de extinguir a la humanidad y volver a este planeta una ceniza. Su materialismo estará en desacuerdo con nuestro intento de advertir a la humanidad. Pierdan cuidado, ellos deberán cesar de explotar los átomos dadores de vida, o deberemos eliminar todos los proyectos conectados con tales.
Nuestra misión es pacífica, pero esta condición ocurrió antes en este sistema solar y el planeta, Lucifer, fue hecho pedazos. Estamos determinados a que no suceda de nuevo. Los gobiernos del planeta Shan han reconocido que somos de una inteligencia más alta, ellos deben reconocer también que somos de una autoridad más alta. Así que no tenemos que entrar a sus edificios para saber lo que están haciendo. Tenemos la fórmula que les gustaría usar. No se entiende que sea para la destrucción. Su propósito aquí ha sido para construir una receptividad de tal manera que nosotros pudiéramos comunicarnos con su planeta, porque por la atracción de los átomos de sustancias de luz, nosotros patrullamos su universo. Para su gobierno y para su gente y a través de ellos para todos los gobiernos y todas las gentes del planeta Shan, acepten la advertencia como una bendición de que la humanidad pueda sobrevivir. Mi luz, deberemos permanecer en contacto aquí, en este cono de receptividad”.
Muchos de los tópicos descriptos en la historia de Van Tassel, serían el modelo a seguir por otros contactados, donde elementos similares vuelven a repetirse en su interacción con la entidad venusina.

Un segundo caso nos traslada a Europa donde la huella de Asthar vuelve hacerse visible. Lugar: Italia. Año: 1962. Protagonista: Eugenio Siragusa, por ese entonces un empleado de arbitrio de la zona de Catania. Veamos su historia. Según relata en Siragusa mensajero de los extraterrestres, el encuentro con Sheran tuvo lugar en el Monte Manfré. Allí el comandante venusino junto con otro compañero, Ithacar, le entregaron un mensaje para los líderes de la tierra alertándolo sobre la utilización de armas atómicas. Narra Siragusa que: 
“Había llegado a la mitad de la ladera escarpada, cuando vi en lo alto de la colina destacar la silueta de dos individuos, cuyo traje espacial plateado brillaba bajo los rayos de la luna llena. Eran altos y de aire atlético, con cabellos rubios cayendo sobre sus hombros. Llevaban muñequeras y tobilleras que parecían brillantes, que parecían de oro. Tenían un cinturón luminoso en la cintura y unas placas extrañas en el pecho. Viéndolos mi sangre se heló en las venas y me sentí inundado de un sudor frío. Hacía diez años que esperaba ardientemente este momento, pero el sitio aislado, la oscuridad nocturna y el encuentro repentino no estimulaban precisamente mi valor.
Uno de los extraterrestres dirigió hacia mi un rayo de luz verde, proyectado por un objeto que tenía en la mano, e instantáneamente me sentí recorrido por una sensación extraña, que me tranquilizó inmediatamente, dándome una serenidad indescriptible. Mi corazón, que al principio parecía querer explotar en mi pecho, volvió a latir regular y pausadamente. Me quedé mirando a ambos como embobado. Con la iluminación de la luna, pude distinguir sus facciones delicadas y su mirada penetrante y sobrecogedora. Uno de los dos me dirigió la palabra en italiano ´la paz sea contigo hijo´. ´Te estábamos esperando. Graba en tu mente cuanto te digamos´ La voz no tenía timbre humano; parecía metálica y como si saliese de un registrador. Me dieron el mensaje, y yo intenté retenerlo en la memoria para escribirlo en cuanto llegase a casa … Elevaron sus manos como en gesto de bendición, me dijeron: ´La paz sea contigo´ y se fueron hacia el disco, que se encontraba al lado de uno de los cráteres." 
Nuevamente la preocupación nuclear …


MENSAJE A LOS POTENTADOS DE LA TIERRA

“Sabios, Gobernantes! A nuestro pesar, debemos, una vez más, y necesariamente, advertiros que, en el caso de que continuéis llevando a cabo los locos designios que os habéis fijado sobre experimentos nucleares, nada se podrá hacer para evitar que nuestro mundo sufra un rudo golpe de naturaleza desastrosa y mortal. Si queréis que vuestro planeta no se vea inmerso nuevamente en el baño de dolor de un tiempo remoto, debéis, del modo más eficaz y decisivo desmontar para siempre vuestros injustificables locos y mortales experimentos nucleares. Si nosotros nos hemos propuesto vigilar vuestro destino, es porque hemos alimentado y alimentamos aún una gran confianza en vuestro porvenir. Haciendo y obrando tal como procedéis, causáis graves impedimentos a vuestras positivas intenciones. Estad seguros de que, si encontráis la fuerza y el valor para construir una sólida unión entre todos los pueblos de la tierra y destruís completamente todas las armas destructoras que aún hoy, y más que nunca, os hacen orgullosamente malos y morbosamente agresivos, nosotros estaremos autorizados, por el amor que nos une a vosotros desde los orígenes del sistema solar, a acercarnos sin ninguna reserva, para proporcionaros los conocimientos y una mejor ciencia que propiciará a toda la humanidad de vuestra tierra una vida serena, rica en felicidad, en verdadera libertad y en infinita prosperidad.
Obrando como lo hacéis, provocáis en nosotros, además de dificultades, una gran desilusión y amargura. Podríais ser verdaderamente libres y, como nosotros, dueños del universo y de su eterna belleza, podríais ser libres de alegraros amando sin sufrir y sin padecer. Podríais, en fin, volver vuestros ojos llenos de esperanza y de amor, de beata serenidad y de dulzura espiritual, hacia la imagen viviente de Aquél que es siempre el Creador eterno del Todo. ¿Por qué renunciar a tanta paz y felicidad? ¿Por qué queréis a toda costa autodestruiros de forma tan terrible, renegando en un instante de vuestra histórica fatiga evolutiva? Este mensaje, que hemos dictado con gran amor, aunque con igual preocupación, es una de las invitaciones más sentidas, dada la gravedad de los hechos que os proponéis llevar a cabo, nosotros hecho mucho y continuaremos haciendo todo lo posible para evitar lo peor. Pero en el caso de que vosotros, gobernantes y hombres de ciencia, elijáis lo peor, no nos quedará otra misión que la de llevar fuera del irremediable desastre solamente a aquellos que nos hayan reconocido y comprendido y que hayan amado a su prójimo como nosotros os amamos. Por lo tanto estad despiertos y sed responsables si queréis sobrevivir. No hagáis inútil el celestial perdón que os trajo Jesús-Cristo por gracia del Padre Creador. En fe”.
Eugenio Siragusa
Monte Manfré, Etna. 30 de Abril de 1982. Hora 22,15.

Un dato que aporta Siragusa en cuanto a la naturaleza de Sheran, revela que éste se considera a si mismo “como el jefe santo que tiene a su cargo el mando de la flota en misión sobre nuestro planeta”. A diferencia de su par norteamericano, Siragusa introduce la vinculación religiosa, que a partir de allí elevarían al venusino a la posición de santo patrón espacial. Resultado de sus encuentros con los “supuestos extraterrestres” se evidenciaría en discursos sobre el funcionamiento y energía utilizada por los UFOs, viajes a la zona oscura de la Luna, donde afirmó que contempló bases alienígenas así como el inicio de grupos que bajo el título de Fraternidad Cósmica, se esparcieron por todo el mundo, fueron parte de un legado que el contactado italiano cultivó hasta su muerte.

Nuestro tercer elemento de estudio será el Grupo Rahma, originario de Perú y con quién Asthar tomó contacto a mediado de los años 70’. Como sabemos Sixto Paz su fundador afirmó estar en comunicación con seres provenientes de las lunas de Júpiter, Morlen y Ganímedes, dando así un giro en los clásicos encuentros venusinos. Sin embargo, el santo patrón también integró la saga Rahma, aunque con una corrupción en cuanto a pronunciación ya que fue conocido como Antar Sherar. El suceso que vamos a relatar y lo involucra tuvo lugar en el monte Gorbea, Bilbao, España y está narrado por J.J. Benítez en 100.000 kilómetros tras los OVNIs (1978).


LOS GUIAS DESCIENDEN SOBRE EL MONTE GORBEA 

“Eran poco más de la siete de la tarde. Vi las tiendas de campaña. Y a los miembros de Rahma formando un círculo en aquella especie de pequeña explanada, junto a unas rocas blancas en las montañas llamadas Gorbea. Casi al mismo tiempo una sensación de paz me inundó. Sentí una corriente de aire cálido y cuando me fijé, aquella nave grande, y de luz blanca estaba posada en tierra, a pocos metros del grupo. Pero los miembros de Rahma seguían en silencio, seguidos en sus meditaciones. Y parecían no darse cuenta del aterrizaje de aquella espléndida nave. Vi entonces delante de la nave a dos guías, uno era Antar Sherar, el comandante de la flota espacial. Pero el otro no lo reconocí, era algo más bajo que Antar Sherar y vestía de idéntica forma. Sus ropas eran de un blanco luminoso, no tenían costuras. Llevaba como unas muñequeras más brillantes, así como botas hasta la rodilla, y también refulgentes. Y en los pechos se distinguía como una raya horizontal o formando una V.
El cabello era largo y tan blanco como las ropas. Quedé asombrada por sus estaturas, todos tenían más de dos metros. Antar Sherar quizás alcanzaba los 2,50 metros. Sus ojos eran rasgados y su piel blanca, como la de los pueblos nórdicos, me inspiraron temor.
Miré absorto al grupo y comprobé que seguía absorto en sus pensamientos y meditaciones, nadie se había movido. Nadie parecía percatarse de lo que estaba sucediendo. Pero ellos estaban allí. De pronto vi algo extraño en torno al grupo. Era como un círculo de energía y muy cerca de los miembros de Rahma ´frente por frente de aquellos dos guías´, observé otros dos extraterrestres, tan alto como el que acompañaban al comandante, de la flota de naves. También vestían igual, y también desprendían esa hermosa luz blanca como si brillasen. Durante media hora el comandante, el segundo guía y los demás seres les hablaron a los miembros de Rahma. Pero ninguno parecía darse cuenta de lo que sucedía. Ni siquiera les habían visto. Hacia las siete y media los guías regresaron a su nave y desaparecieron. Pero ninguno de los miembros Rahma se había percatado de la presencia de los seres del espacio …”

Según refieren algunos miembros participantes de ese encuentro, Antar y su grupo hacían hincapié, no ya en el tema atómico dominante en las épocas anteriores, sino en la preparación de la humanidad para un futuro contacto entre razas, así como alertas en cuanto a crisis futuras que tendrían a la tierra como protagonista.

Creo que el pasaje es sumamente revelador, y devela aspectos esenciales del comportamiento de la entidad en cuanto a su vinculación con los receptores humanos.

También señala que es a través del viejo Ocultismo de Escuela, el cual venimos pregonando desde hace rato, donde encontraremos las claves necesarias, para ir descifrando este Misterio.


Comencemos con el análisis. Primer tópico: Venus.

El Ocultismo enseña que “cada planeta es considerado como una escuela donde se aprenden unas enseñanzas concretas. Urano es conocido como la Escuela de Magia del Décimo Orden. A Vulcano se le llama La Escuela de las Piedras de Fuego, y los humanos bajo el influjo de este planeta tienen una especial relación con el mundo mineral. Júpiter es la Escuela de los Magos Benéficos, donde se entrenan los que practicarán la Magia Constructiva. Marte es la Escuela de los Guerreros, y Venus la Escuela de Cinco Grados Estrictos. Mercurio tiene la Escuela para los Hijos de la Aspiración. Todos estos términos, realmente, no tienen sentido alguno para el hombre corriente, pero la Tierra, que es conocida como la Escuela de la Respuesta Magnética, llama a sus discípulos “los Graduados de la Empresa Penosa”, un título que nadie tendrá dificultad en comprender.

También se dice “que el planeta Venus y los Señores de la Llama figuran como mucha frecuencia en las doctrinas mistéricas, por las siguientes razones: se sabe que Venus es un planeta sagrado, y que sus habitantes llegaron a un estado de evolución mucho más avanzado que sus hermanos de la Tierra. En efecto, Venus es “el alter ego” de la Tierra, con una relación análoga a la del alma con el cuerpo. Hace varios eones, los Señores de la Llama entablaron en Venus una batalla contra los Señores del Rostro Oscuro. Esto no quiere decir que el planeta fuera recorrido por bandas de tipos extraños que se cascaban mutuamente con bombas atómicas y armas de rayos láser. No es más que una forma de decir, que el espíritu triunfó sobre la materia. Gracias a su triunfo Venus lleva delantera a la Tierra en todas las fases de su desarrollo, y por lo tanto está en condiciones de ayuda a sus habitantes. Los Señores de la Llama no son venusinos del espacio, sino una de las grandes Jerarquías espirituales que guían nuestro Sistema Solar. Los misterios dicen que empezaron a controlar la evolución de la humanidad de la Tierra hace unos dieciocho millones de años, en tiempos de la raza Lemúrida o tercera raza –raíz."

Alice Bailey escribió sobre esto:
"La individuación humana se produjo, a mediados de la Tercera Raza Raíz, por una destrucción a gran escala de lo que llamamos el hombre animal. Es éste un punto rara veces mencionado en las doctrinas. El advenimiento de los Señores de la Llama, la tempestad etérica que introdujo el período del hombre, se caracterizó por el desastre, el caos y la destrucción de muchos en el Tercer Reino de la Naturaleza. La chispa de la inteligencia fue implantada, y la fuerza de la vibración y el efecto inmediato de su presencia ocasionaron la muerte de la forma animal, produciendo así la imposibilidad inmediata de que los cuerpos recientemente vitalizados (cuerpos con alma) vibrasen con el fin de adquirir nuevos vehículos físicos. Lo que quiere decir aquí es que la implantación de las semillas de la mente en el hombre animal hizo estrago en sus cuerpos físicos, que no pudieron resistir la alta tensión. Lo mismo sucede a cualquier hombre que entre en contacto con potencias superiores antes de estar dispuesto para recibirlas".
A lo cual ampliaríamos: “aparte del hombre, existen esos seres a quiénes las diversas escrituras llaman devas o ángeles. Muchos están por debajo del hombre en la escala evolutiva, y otros muy por encima. Se dicen que algunos hombres pueden trasladarse a ciertas áreas del reino de los devas, trabajando en cooperación con Cristo. Los devas inferiores pueden tener efectos desastrosos sobre el cuerpo humano, mientras que con los de las órdenes superiores es posible la comunicación, si se está lo suficientemente avanzado, para realizar una labor constructiva.”.

¿Encuentra el lector estos párrafos relevantes para ir desentrañando el misterio? Quién escribe cree que sí. Prosigamos.


CITAS DE CONTACTOS:
GIANT ROCK, DESIERTO DE MOJAVE, MONTE MANFRE Y MONTE GORBEA

Giant Rock: El desierto de Mojave tiene una historia por demás sugestiva. El mismo años en que Van Tessel proclama sus encuentros con Asthar, otro contactado salta a la palestra pública, George Adamski, al mencionar que fue abordado en aquellos solitarios parajes por una entidad oh, casualidad!, de procedencia venusina, al que denominó Orthon, preocupado también oh, casualidad!, por el desarrollo de las armas nucleares. Como si fuera poco, Mojave es hogar de la famosa Área 51. Y al parecer mora en sus entrañas el famoso Rey del Mundo, si atendemos a un rumor que circula desde 1986. Giant Rock, por otra parte más allá de residir en este enigmático enclave, es una piedra considerada sagrada, grabada con innumerables petroglifos, la mayoría vinculados a lo cósmico.

Monte Manfré. Cráter apagado de la ladera del volcán Etna.
Monte Gorbea: Situado en los montes Vascos.

A priori estas tres localidades, no suponen ninguna vinculación para el lector pero si uno repasa la historia de los encuentros del profeta judío Moisés en el Monte Sinaí, con la “zarza ardiente”, todo comienza adquirir un significado, y empezamos a comprender la puesta en escena del venusino Asthar, donde el desierto, las grandes elevaciones de montaña, encuentran una similitud sorprendente con la saga judaica. Como decimos, el escenario perfecto.


TERCER PUNTO. LA REVELACION TECNOLOGICA

Tanto Van Tessel como Siragusa recibieron ciertos datos de interés que apuntaban al funcionamiento de ciertas máquinas, como el caso del Integraton, ideado para el rejuvenecimiento celular, aunque actualmente imposibilitado de llevarse a la práctica. Siragusa por ejemplo dejó innumerables escritos sobre la energía utilizada por los OVNIs que hacía posible su activación, aunque tampoco ofrecen demasiada atención por parte de los estudiosos, quizás por prejuicio. Debemos entender, por otra parte que hablar de una tecnología que desafía las leyes conocidas y rompe con los paradigmas establecidos, no es fácil de encauzar en nuestra actual Ciencia, y porque algunas de esas revelaciones alienígenas, en la mayoría de los casos resulta fallida en su recreación.

Si tomamos nuevamente los textos ocultistas, estos dicen que el hombre aún está lejos de acceder a ciertos poderes olvidados, que involucran a los lados desconocidos de la Naturaleza, debido sobre todo a su escaso desarrollo espiritual. 

En el Tratado del Fuego Cósmico leemos: “cuando estas cualidades ocupen el primer plano, y cuando hombre haya demostrado autenticidad de su voluntad de servicio. Será cuando se le dé la clave por la que descubrirá el método para controlar y utilizar la energía eléctrica, que se manifestará en forma de luz, calor y movimiento; descubrirá la fuente del impulso motor primero en los centros exteriores del sistema, y descubrirá también el ritmo básico. Entonces, y sólo entonces, se convertirá en un colaborador inteligente y, escapando al control de la ley de los tres mundos, será él quién dicte las leyes a las esferas inferiores”. 

Adamski por ejemplo postulaba que los ovnis se controlaban “con lo que él denominaba movimiento ideo-motor”, una hipótesis que remite a los enigmáticos vimanas hindúes, que al parecer vinculaban el aspecto psíquico con la materia.

Teniendo en cuenta estas recomendaciones no parece razonable que las entidades alienígenas, por llamarlas de alguna manera, tengan en mente entregar al hombre tecnología de avanzada, ya que las limitaciones para su recreación son inmensas. Pero como vemos les gusta complacer a sus receptores… O mejor dicho crearles problemas, presentándoles proyectos poco realizables, por estar demasiado adelantados a su tiempo.

Este análisis sobre la figura de Asthar, a quién elegimos por su ascendencia en innumerables grupos de contactos, puede aplicarse a cualquier entidad que se esté contactando con individuos y grupos, ya que generalmente, se comportan en forma similar. Quizás muchos de los lectores se nieguen a disociar al carismático comandante de su origen extraterrestre, ya que como vimos, su procedencia sugiere otra realidad mucho más cercana, y que solo el Ocultismo de Escuela, aplicado en la realización de este trabajo puede develar en aquello que se oculta tras la fachada de estos contactos. Como sabemos el hombre tiene un largo camino en lo espiritual, y desconoce leyes que quizás a futuro y dependiendo de sus avances logre descubrir. El acercamiento con entidades que dicen querer ayudarnos como raza, representa un peligro para el receptor, ya que se está en franca desventaja y poco preparado para la acción de energías tan poderosas. Es necesario primero que el hombre avance y luego sí, intente la comunicación con esa otra realidad, no antes, ya que como dijimos lejos está de comprendérsela.





Diagramación & DG: Pachakamakin





Bibliografía:


-Benítez, J.J. 100.000 kilómetros tras los OVNIs. Barcelona: Plaza & Janes, 1978.
-Pozo, Victorino. Siragusa: mensajero de los extraterrestres. Madrid: EDAF, 1977.
-Tansley, David. Mensajeros de la luz. Madrid: EDAF, 1977.